Hay que inclinarse ante ella, sus esfuerzos son toda una hazaña.
Pero...
Pero quienes tenemos la alta montaña dentro de casa sabemos -y lo sabemos de primerísima mano, de un ayudante de Edurne en una de sus escaladas- toda la miseria de la que es capaz el género humano.
Aquí, y sobre todo, se destaca a una gran deportista. No cabe duda de que lo es. Pero quienes relucen por méritos propios, y de los que jamás se sabrá nada, son los miembros de sus equipos. Que, [highlight]para quien no lo sepa, la llevan literalmente en volandas a las cumbres. Y la bajan. [/highlight]
Subir 14 ochomiles, o veinte ochomiles si los hubiera, sería simplemente razón de estado. Hay otras dos mujeres europeas intentando (y compitiendo con Edurne en ello) ser las primeras en lograrlo. Se trata de una carrera contra el libro Guinness, en la que las apuestas son sólo eso: apuestas de dinero. Y hay muchísimo dinero en juego, creedme.
De todos modos, lo cortés no quita lo valiente. Os aseguro que Pasaban es un ejemplo genial de lo que puede la voluntad humana. Es una mujer imponente, estoy de acuerdo con Varanassi.
Un saludo a todos,

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