Esta es la carta que acabo de enviar a la familia de Juanma, un instructor de conducción de motos en circuitos que perdió la vida injustamente (siempre es injusta una muerte pero más aún cuando uno conduce prudentemente y un salvaje comete una atrocidad tan mayúscula) el pasado Jueves santo en una carretera de Madrid. Un abrazo y tened todos cuidado, por favor. En memoria de Juanma (la web de la empresa en la que trabajaba como instructor es http://www.wilock.com/ y de tantos otros:
Madrid, 24 de Abril del 2003
Escribo estas líneas con un nudo en el estómago que no consigo que se me quite desde las 11:20 de la mañana del fatídico día 17 de Abril (Jueves Santo). Me está costando hacerlo pero no he parado hasta que he conseguido localizarles. Yo estuve allí en ese maldito momento. Ibamos 4 coches uno detrás de otro y ví venir a vuestro querido Juanma (acabo de conocer su nombre en la página wilock.com) por el espejo retrovisor. Os aseguro que en ningún momento cometió ninguna imprudencia ni iba a demasiada velocidad. Me adelantó en el tramo de recta donde sucedió todo, rebasó a otro coche más y cuando iba a pasar a los otros dos, de manera totalmente imprudente, sin dar intermitentes, aminorar la marcha, pisar el pedal de freno, ni nada que se le parezca, el primero de la fila, el maldito todo terreno giró a la izquierda y se atravesó en la calzada, para desgracia de vuestro familiar que no pudo hacer nada para evitar la colisión. Sólo os puedo decir que casi me da un vuelco al corazón y lloré de rabia por lo que había visto, por rabia y por una tremenda pena. ¡Qué injusta es esta vida! ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Cómo es posible que alguien gire en una carretera sin mirar por delante, por detrás y por donde haga falta, sabiendo además que le seguían cuanto menos 3 coches? Es indignante. Deciros que ayer mismo recibí la llamada de la Guardia Civil de Móstoles y dije todo, absolutamente todo lo que aquí estoy expresando. Fueron ellos los que me informaron que vuestro compañero, hermano, padre y amigo era además profesor de motociclismo en el circuito del Jarama y que era una persona que enseñaba a los demás prudencia y control sobre una moto, lo que me impresionó si cabe aún más. Para acabar expresaros nuestro más sincero pésame (mi novia Rocío viajaba a mi lado y fue también testigo del accidente) que nos unimos a vuestro dolor y que nos tenéis para lo que necesitéis porque os apoyaremos en lo que os haga falta. Un abrazo muy, muy grande.
David (Conductor de moto y coche)
Madrid, 24 de Abril del 2003
Escribo estas líneas con un nudo en el estómago que no consigo que se me quite desde las 11:20 de la mañana del fatídico día 17 de Abril (Jueves Santo). Me está costando hacerlo pero no he parado hasta que he conseguido localizarles. Yo estuve allí en ese maldito momento. Ibamos 4 coches uno detrás de otro y ví venir a vuestro querido Juanma (acabo de conocer su nombre en la página wilock.com) por el espejo retrovisor. Os aseguro que en ningún momento cometió ninguna imprudencia ni iba a demasiada velocidad. Me adelantó en el tramo de recta donde sucedió todo, rebasó a otro coche más y cuando iba a pasar a los otros dos, de manera totalmente imprudente, sin dar intermitentes, aminorar la marcha, pisar el pedal de freno, ni nada que se le parezca, el primero de la fila, el maldito todo terreno giró a la izquierda y se atravesó en la calzada, para desgracia de vuestro familiar que no pudo hacer nada para evitar la colisión. Sólo os puedo decir que casi me da un vuelco al corazón y lloré de rabia por lo que había visto, por rabia y por una tremenda pena. ¡Qué injusta es esta vida! ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Cómo es posible que alguien gire en una carretera sin mirar por delante, por detrás y por donde haga falta, sabiendo además que le seguían cuanto menos 3 coches? Es indignante. Deciros que ayer mismo recibí la llamada de la Guardia Civil de Móstoles y dije todo, absolutamente todo lo que aquí estoy expresando. Fueron ellos los que me informaron que vuestro compañero, hermano, padre y amigo era además profesor de motociclismo en el circuito del Jarama y que era una persona que enseñaba a los demás prudencia y control sobre una moto, lo que me impresionó si cabe aún más. Para acabar expresaros nuestro más sincero pésame (mi novia Rocío viajaba a mi lado y fue también testigo del accidente) que nos unimos a vuestro dolor y que nos tenéis para lo que necesitéis porque os apoyaremos en lo que os haga falta. Un abrazo muy, muy grande.
David (Conductor de moto y coche)