Un estudio del investigador de seguridad vial de la Universidad de Zaragoza Juan José Alba pone encima de la mesa el fracaso de la medida de la DGT de eliminar el margen de velocidad adicional en los adelantamientos: más accidentes y más fallecidos.
"Los fallecidos en accidentes por “adelantar antirreglamentariamente” aumentaron un 123%. Es decir, más del doble. Los muertos en posición de “adelantando por la izquierda” crecieron un 54%. Y no solo han subido los fallecidos: también lo han hecho los accidentes, los heridos hospitalizados y los heridos leves. Esto son datos, no propaganda. Esto es lo que ha traído esa aciaga reforma de la Ley de Tráfico.
La explicación es tan sencilla como alarmante: al impedir superar la velocidad máxima en los adelantamientos, se obliga a los conductores a permanecer más tiempo en el carril contrario, recorriendo más metros en situación de riesgo. La DGT ha intentado justificar la medida argumentando que, en caso de colisión, la velocidad sería menor. Pero omite que el riesgo de colisión se triplica, como demuestran los datos del estudio. ¿De qué sirve una colisión a menor velocidad si ahora hay muchas más? A pesar de la evidencia, la DGT ha mantenido un discurso negacionista, asegurando que no se han observado cambios en el número de colisiones frontales. Pero si hay menos adelantamientos y el mismo número de choques, resulta evidente que el riesgo por maniobra ha aumentado exponencialmente. Ahora, con las cifras en la mano, la realidad es innegable: la reforma ha sido un rotundo –y peligroso– fracaso.
Es urgente que la DGT asuma su responsabilidad y cumpla su compromiso de revertir la reforma, como dijo que haría si los resultados no eran positivos. No se puede seguir improvisando con la seguridad de todos. Además, como ocurre en los sectores aéreo, marítimo y ferroviario, España necesita una investigación técnica e independiente de los accidentes de tráfico, que permita conocer las causas reales y formular recomendaciones sólidas. Busquemos primero las causas de los accidentes y después determinemos las responsabilidades."
"Los fallecidos en accidentes por “adelantar antirreglamentariamente” aumentaron un 123%. Es decir, más del doble. Los muertos en posición de “adelantando por la izquierda” crecieron un 54%. Y no solo han subido los fallecidos: también lo han hecho los accidentes, los heridos hospitalizados y los heridos leves. Esto son datos, no propaganda. Esto es lo que ha traído esa aciaga reforma de la Ley de Tráfico.
La explicación es tan sencilla como alarmante: al impedir superar la velocidad máxima en los adelantamientos, se obliga a los conductores a permanecer más tiempo en el carril contrario, recorriendo más metros en situación de riesgo. La DGT ha intentado justificar la medida argumentando que, en caso de colisión, la velocidad sería menor. Pero omite que el riesgo de colisión se triplica, como demuestran los datos del estudio. ¿De qué sirve una colisión a menor velocidad si ahora hay muchas más? A pesar de la evidencia, la DGT ha mantenido un discurso negacionista, asegurando que no se han observado cambios en el número de colisiones frontales. Pero si hay menos adelantamientos y el mismo número de choques, resulta evidente que el riesgo por maniobra ha aumentado exponencialmente. Ahora, con las cifras en la mano, la realidad es innegable: la reforma ha sido un rotundo –y peligroso– fracaso.
Es urgente que la DGT asuma su responsabilidad y cumpla su compromiso de revertir la reforma, como dijo que haría si los resultados no eran positivos. No se puede seguir improvisando con la seguridad de todos. Además, como ocurre en los sectores aéreo, marítimo y ferroviario, España necesita una investigación técnica e independiente de los accidentes de tráfico, que permita conocer las causas reales y formular recomendaciones sólidas. Busquemos primero las causas de los accidentes y después determinemos las responsabilidades."