Me parece un buen argumento, pero presupone que no hay viajes de dos personas del mismo sexo o que no estén enamoradas. Presupone que dos amigos no pueden irse en un coche o en una moto a una playa lejana o a recorrer Europa. Y yo creo que es un caso frecuente. Lo que no es frecuente es que uno vaya de paquete en una moto, normalmente van en coche u otro medio de transporte porque el pasajero quiere ahorrarse el trance. O cada uno va en una moto si los dos tienen carnet.
Y luego tenemos los viajes en grupo, de cuatro amigos masculinos (o más), en los que perfectamente se podría ir en dos motos si dos de los integrantes del grupo accedieran a ir de paquete. ¿Por qué no, si ir de pasajero en una moto tiene sus atractivos? Y esto es imposible en la práctica, a no ser que dos de los componentes del cuarteto sean mujeres y estén enamoradas.
Creo que tu argumento es bueno y explica los casos de viajes de parejas sentimentales, pero se deja todos los demás.
En definitiva, si ir de pasajero en una moto tuviera ventajas atractivas, no solo veríamos mujeres enamoradas en los asientos de atrás de una moto, veríamos amigos, parientes, conocidos, compañeros de trabajo, ansiosos por disfrutar de los placeres de ser paquete y seguramente no solo en viajes, sino en paseos y rutas mañaneras de fin de semana. Y en todos esos casos solo vemos mujeres. Esto no ocurre con las segundas plazas de los automóviles, que son ocupadas por hombres, mujeres, niños, indistintamente, sin ninguna relación sentimental con el conductor, que puede ser hombre o mujer.
Un placer debatir contigo con sosiego y me parece el tuyo un argumento bueno, pero no completo. Es solo mi opinión, por supuesto.
