mildoscientoST
Curveando
Cuando nos aproximamos a una curva, con exceso de velocidad para tomarla, nos resulta obligado tirar de frenos y reducir marchas de forma urgente; porque (y aquí tenemos un verdadero por qué de las cosas) nuestra integridad física y el futuro de nuestros hijos corren serio peligro durante esos instantes. La sensación que el buen y el mal piloto percibe en esos momentos es de "... mela pego, me la pego, me la pego, ...". Pero por alguna razón inexplicable, la moto va reduciendo velocidad y va entrando en la curva hasta que llega un momento en que la velocidad y la trayectoria se sitúa dentro de los límites en los que esa curva se puede tomar. En ese momento, el pilotazo, recibe una gran sensacion de seguridad que una fracción de segundo antes no tenía y ... abre gas. La sensación de seguridad no viene de la acción de abrir gas, viene de haber logrado que la moto esté en las condiciones debidas para seguir trazando la curva y no salirse de la carretera y despeñarse por el terraplén.
Por mi experiencia en estos casos creo que con una buena gestión de la mirada tu texto se reescribiría con algunos cambios significativos en las partes de miedo/estress inicial, y sobre todo en la parte de cuándo identificamos que las cosas ya están en su cauce y la vuelta al gas "trae" un incremento en la estabilidad no solo como consecuencia de haber pasado el susto...
Voy a contar algo sobre mi experiencia en este sentido:
Volviendo de las JTCs de los pirineos, en el tramo Segorbe ---> Cheste acompañado por Pingu, notaba que en el punto de máxima inclinación de demasiadas curvas mi rueda delantera no iba firmemete sujeta (o algo peor). Bien es cierto que ya estaba muy desgastada y la carretera algo irregular en su firme, el asunto es que pude mitigarlo prácticamente por completo, adelantando bastante el momento de vuelta al gas, lo que de paso me permitió además de ir más seguro, ir más rápido. En lluvia también he notado este comportamiento en más ocasiones. Por supuesto, esto son solo mis sensaciones...