A fín de no enloquecer en mi soledad, he decidido escribir un diario de abordo. Por una parte me mantendrá ocupado durante este tiempo. Por otra, si definitivamente pierdo mi cordura, los miembros de Sa Penya podrán saber qué me ocurrió exactamente y cómo fueron mis últimas horas de lucidez.
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Diario de abordo del Comandante Sorro
Nave estelar Porsella Milenaria
Dia 1
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Dios mío... estoy sólo.
Hasta esta misma mañana tenía la esperanza de que todo se tratase de una broma. Esperaba ver entrar a mis compañeros por la puerta de la oficina, lanzando confetti y soplando alegres sus matasuegras, confirmándome que todo había sido una broma de mal gusto. Que ni iban a abandonarme, ni existía tal concentración del foro en Galicia.
Pero no ha sido así. La puerta de mi oficina se ha abierto, sí, pero era la señora de la limpieza que se ha quedado mirándome atónita. Se debía preguntar el porqué de mi estúpida sonrisa y, sobre todo, por qué llevaba una pancarta en mis manos que decía "SABÍA QUE NO ME ABANDONARÍAIS". Discretamente he recogido la pancarta y me he sentado en mi sitio, fingiendo que miraba algo importante en el monitor (que, por cierto, estaba apagado).
No sé... quizás han encontrado atasco y no han podido llegar a tiempo. Seguro que hay una explicación sencilla. Aparecerán.
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Fin de la transcripción del día 1
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