Yo fui en el '92 hasta Estocolmo y Oslo y aunque hice el viaje en coche, hay algunas cosas que os puedo comentar. En toda Escandinavia se hace una conducción "amable", cualquiera de nosotros diría que van aletargaos, pero en seguida te acostumbras y vas como ellos. No hay vías rápidas y las limitaciones son muy restrictivas, pero como no hay mucha densidad de tráfico, se hacen buenas medias. Mucho ojo con los límites de velocidad, donde pone 60 kms/h., pasar a 62 significa pagar
1000 coronillas de nada (casi 150 euros) al momento
o no continúas viaje. La entrada a Oslo es de pago, aunque el peaje es blando y si te pasa como a mí, que nada más entrar, me salí sin querer... pos vuelves a pagar
. Lo más interesante de la ciudad, aparte del puerto al final de un fiordo con un drakkar de lo más molón, de una fortaleza que hay en un alto, el ayuntamiento y alguna cosilla más, es, sin duda, el Wigeland Park, un parque con esculturas graníticas de alegorías a la familia que donó el escultor a condición de que estuviera abierto y perteneciera a todo quisque. No voy a hablar del paisaje porque ya se ha dicho que es fantástico, bosques de coníferas interminables, lagos, fiordos, etecé...
Precios: en aquella época, 2 cañitas en el puerto, 1.200 pesetillas de nada. En cambio, por 1.000.000 NOK te podías comprar una casa de campo con tres plantas, equipada a tope y con terrenillo y tó. :