javiversion
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- 26 Ago 2002
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HAVIVI AL APARATO!!!!
EL PLANTEAMIENTO:
ES MEJOR DESCUBRIR QUE ENCONTRAR
¿Pero vas solo....?
Quizás sea lo más repetido antes de mi marcha. Como me ha pasado en otras muchas ocasiones, no es fácil coincidir con amigos para mis viajes moteros (de todas formas el grupo más numeroso del que estoy dispuesto a participar es de dos motos; es un número perfecto).
Un viaje (o microviaje en este caso) en solitario te saca lo mejor y lo peor de uno; en cierta medida me apetecía realizarlo sin compañía. No me arrepiento.
El segundo planteamiento fue la improvisación; no me llevé mapa alguno ni nada preparado o elegido.
Lo mejor de todo el viaje.
Siempre he pensado que los libros de viajes eran mucho mejor que las guías de viaje; los primeros estimulaban tu imaginación y te lanzaban a viajar para que descubrieras "tu viaje". Las guías nos ayudan a encontrar lo que otro antes ha descubierto; poco estimulante.
El tercer planteamiento estaba condicionado por los días disponibles; turismo principalmente sobre la moto. El ir solo ha ayudado a distribuir mejor el tiempo de paradas, visitas y turismo. Para economizar tiempo y dinero elijo tomar el ferry en Almería a África viajando por la noche.
EL VIAJE:
JUEVES.
Salgo de Valencia con fresco pero sin lluvia; la previsión era desalentadora y las lluvias en Melilla históricas. Frío de narices….me pongo todo lo que llevo de ropa. El ferry sale a las 24:00h. Son las 16:00h y ya estoy en Lorca.
Decido darme una vuelta hasta llegar a Almería y descubro la preciosa sierra de Macael (donde el mármol); curvas y más curvas de un pésimo asfalto; quizás Marruecos no tiene que envidiar el asfalto español.
Embarco y paso una fría y mala noche; deseando de montar en moto…mucho más cómodo que ese terrible butacón.
Amanece despejado en África…bien!. Visito la ciudad de Melilla, ciudad natal de mi padre.
Preciosa y muy cuidada. Por todos los rincones se ven los efectos de las lluvias torrenciales (luego descubro que va a ser la tónica de casi todo el viaje) y enfilo a la frontera…….que decir: vieja, destartalada, sucia, abarrotada de marroquíes llenos de fardos y con barro hasta en la bandera. Me lleva casi 2 horas de papeles y alguna “propina”. Decidí formalizar los papeleos por mi cuenta. Logro salir entero.
Creo que las fronteras son un buen reflejo del país que representan y un buen “aprendizaje” de lo que te espera.
Saco dinero en el primer cajero y comienzo a hacer km.
¡¡Me encanta!! Que diferente es todo. Ya conocía Marruecos, pero en moto y por libre….es otra cosa.
EL PLANTEAMIENTO:
ES MEJOR DESCUBRIR QUE ENCONTRAR
¿Pero vas solo....?
Quizás sea lo más repetido antes de mi marcha. Como me ha pasado en otras muchas ocasiones, no es fácil coincidir con amigos para mis viajes moteros (de todas formas el grupo más numeroso del que estoy dispuesto a participar es de dos motos; es un número perfecto).
Un viaje (o microviaje en este caso) en solitario te saca lo mejor y lo peor de uno; en cierta medida me apetecía realizarlo sin compañía. No me arrepiento.
El segundo planteamiento fue la improvisación; no me llevé mapa alguno ni nada preparado o elegido.
Lo mejor de todo el viaje.
Siempre he pensado que los libros de viajes eran mucho mejor que las guías de viaje; los primeros estimulaban tu imaginación y te lanzaban a viajar para que descubrieras "tu viaje". Las guías nos ayudan a encontrar lo que otro antes ha descubierto; poco estimulante.
El tercer planteamiento estaba condicionado por los días disponibles; turismo principalmente sobre la moto. El ir solo ha ayudado a distribuir mejor el tiempo de paradas, visitas y turismo. Para economizar tiempo y dinero elijo tomar el ferry en Almería a África viajando por la noche.
EL VIAJE:
JUEVES.
Salgo de Valencia con fresco pero sin lluvia; la previsión era desalentadora y las lluvias en Melilla históricas. Frío de narices….me pongo todo lo que llevo de ropa. El ferry sale a las 24:00h. Son las 16:00h y ya estoy en Lorca.
Decido darme una vuelta hasta llegar a Almería y descubro la preciosa sierra de Macael (donde el mármol); curvas y más curvas de un pésimo asfalto; quizás Marruecos no tiene que envidiar el asfalto español.
Embarco y paso una fría y mala noche; deseando de montar en moto…mucho más cómodo que ese terrible butacón.
Amanece despejado en África…bien!. Visito la ciudad de Melilla, ciudad natal de mi padre.
Preciosa y muy cuidada. Por todos los rincones se ven los efectos de las lluvias torrenciales (luego descubro que va a ser la tónica de casi todo el viaje) y enfilo a la frontera…….que decir: vieja, destartalada, sucia, abarrotada de marroquíes llenos de fardos y con barro hasta en la bandera. Me lleva casi 2 horas de papeles y alguna “propina”. Decidí formalizar los papeleos por mi cuenta. Logro salir entero.
Creo que las fronteras son un buen reflejo del país que representan y un buen “aprendizaje” de lo que te espera.
Saco dinero en el primer cajero y comienzo a hacer km.
¡¡Me encanta!! Que diferente es todo. Ya conocía Marruecos, pero en moto y por libre….es otra cosa.