Ya que este año no podré asistir a la Kedada, al menos he podido hacer este viaje:
Al igual que el año pasado, por estas fechas nos juntamos unos amigos a pasar un fin de semana en Cadavedo, Asturias. Se va en coche y con las familias al completo. Pero claro, ir a Asturias en coche pudiendo ir en moto... va en contra de mi religión y como mi mujer trabaja y no puede ir nunca... pues A PROBAR LA GS con Alberto.
Salimos el jueves a eso de las 12 pues tenía un tema de trabajo ineludible. Siendo tan tarde descarte una ruta que tenía pensada si hubiera podido salir el miércoles y que pasaba por Gredos, Portugal y Galicia, haciendo noche donde se nos antojase y sin prisa para llegar hasta la comida del viernes. Así que salimos por la N-1 hasta Burgos

y desde allí la N-623 que cruza los puertos de Paramo de Masa, Carrales y El Escudo. Esta es la ruta que empecé a recorrer en mis primeros viajes alla por el 87 en una vespa, y siempre que tengo oportunidad la hago ya que me quita mas de 20 años de encima.
Salimos de Madrid con 43 graditos que se quedaron en más de 30 hasta la llegada al puerto de Carrales. Allí en menos de 5 o 10 kilómetros bajaron a
Una temperatura muy comoda en una RT, pero no tanto en una GS cuando llevas el traje de verano y una camiseta.
Cuando llegamos al puerto del Escudo nos desviamos hacia Reinosa con intención de subir a la estación del Alto Campoo, pero una niebla persistente y las temperaturas bajando nos hicieron perdernos esa maravilla.
Pasado Fontibre (Nacimiento del rio Ebro) nos desviamos al norte siguiendo el valle de Cabuerniga. Es una ruta espectacular que me recomendo el año pasado Carpintero y que esta vez no hemos disfrutado igual por la niebla y el frio.
Al final tuvimos que ponernos el traje de agua para que nos resguardase un poco
En vista que el tiempo no solo no mejoraba, sino que empeoraba, nos tuvimos que meter por la autovía hasta llegar a Candás, donde habíamos reservado hotel y habíamos quedado con Carpintero y familia para vernos. Como siempre fuimos acogidos con los brazos abiertos por Alejandro, Mari Mar y Andrea, que ha crecido un montón desde el año pasado pero sigue tan cariñosa como siempre.
Allí nos enseño Alejandro algunos "secretos" y alguna cosilla de la Kedada.
Este hombre necesita tener 48 horas al día... y aun así le faltaría tiempo para realizar todos los proyectos que tiene. Alejandro: trabaja menos que la vida son dos días.
Y, con el fin de cuidar un poco mi colesterol

, preparó una suculenta y sana cena:
Tras alargar unas horas la velada, nos volvimos al hotel y al día siguiente a Cadavedo.
El regreso bien, con temperaturas suaves y tiempo despejado.
La anecdota del viaje fue que ayer cuando volviamos nos encontramos la carretera cortada por los minero que defienden su pan. Gracias a llevar la GS en vez de la RT nos metimos por el monte y pudimos evitar el estar parados una hora.
En resumen: Siempre es un gusto viajar en estas motos, recorrer el norte es una maravilla (a pesar del tiempo), y además estas motos hacen que tengamos amigos a los que visitar en cualquier parte de la península (y fuera de ella)