Bueno. Voy a comentar mis opiniones de esta moto después de haber hecho una prueba como dios manda, la he alquilado y me he hecho una ruta de algo mas de 700km todo el día la sierra norte de Madrid hasta Cuenca por autovía, serranía de Cuenca pasando por Albarracín, Teruel, entrando en la provincia de Valencia, y vuelta a Cuenca por la serranía. He probado solo asfalto, no he hecho offroad, y muchos tipos de asfaltos y carreteras. Autovías, nacionales, comarcales, caminos forestales asfaltados en muy mal estado... Ha sido un rutón espectacular y una buena forma de tomarle el pulso a la moto.
Empiezo por el principio. Viernes por la noche, se alinean los astros y mi grupo el domingo puede hacer el rutón que teníamos planificado para el mismo día que se decretó el confinamiento y que obviamente tuvimos que cancelar. Me pilla en medio de una mudanza y de compras de muebles y no se si ir o no, tenemos muchas cosas que hacer aún... Mi pareja me anima a que vaya. Confirmo el sábado por la mañana, y me voy con mi pareja a ver muebles. A la hora de la comida me acuerdo de nuevo de la ruta y empiezo a pensar que son muchos km, que probablemente las carreteras estén en muy mal y que voy a terminar destrozado, así que se me ocurre la idea de alquilar una moto para la ocasión. ¡Coño! ¿Por qué no me alquilo la KTM 1290 super adventure y la pruebo en condiciones? Me pongo a buscar por internet casas de alquiler de motos en Madrid que tengan la KTM y que tengan disponibilidad para este mismo fin de semana. Tendría que ir a recogerla a las pocas horas de haber hecho la reserva. Es todo muy precipitado. Encuentro una empresa que tiene disponibilidad, pero al ser sábado a la hora de comer no tengo muy claro si lo voy a conseguir, así que llamo por teléfono, y consigo coordinarme con el hombre para poder alquilar la moto y recogerla esa misma tarde. Comemos en casa de mis padres, pero yo tengo la moto y la equipación en mi casa en un pueblo en la sierra norte, así que después de comer, cogemos el coche y nos vamos para casa, cojo la equipación y la moto, y me voy a buscarla a un pueblo del sur oeste de Madrid. Llego a las 18.15 de la tarde con un calor tremendo a recoger la moto y allí está preparada la KTM.
Mi primera impresión al volverla a ver es... Dios mío, es que es enorme. Qué animalada de moto, dónde voy yo con esto.... estás a tiempo de recular. Pero no, hoy no es día de echarse atrás. Firmo el contrato, me subo y me voy.
Al principio y llegando de forma tan precaria al suelo me ando con mucha cautela y en los stops y ceda el paso, en marcha sigue pareciendo alta, pero se mueve con una agilidad que sorprende para un trasto tan grande. Poco a poco voy encontrando la forma de parar ladeando un poco y apoyando solo una pierna. No es tan complicado.
Salgo a carretera y empiezo a notar como el motor es sumamente poderoso, no quiero apretarle hoy, que nos estamos conociendo, voy a velocidades legales, aprendo a usar el control de crucero, y descubro algo nuevo para mí. Viajar en moto a alta velocidad con la visera del casco levantada. Me da aire, pero no me causa turbulencias molestas y me echa el chorro a la altura de los ojos, donde llevo las gafas escamoteables del casco. La moto me tapa mucho viento y voy muy cómodo. El asiento tiene mucho mullido, pero es muy firme. El motor retiene mucho, y al ir tranquilo no necesito tirar de frenos, que por otra parte están muy bien puestos y el tacto me resulta exquisito. No son muchos los km, pero ya apunta maneras. Vamos a descansar que el día de la ruta es el domingo.
Amanece el domingo con unos muy agradables 19 grados. La moto pone que que le quedan 170km de autonomía, no me fío yo mucho de estas estimaciones, así que paro pronto a repostar. El ordenador de abordo marca un consumo medio de 5.6 litros a los 100km, la verdad es que había leído bastante mas, por lo que quedo gratamente sorprendido. No tengo ni idea de restaurar los parciales, ni tengo ganas ni tiempo de hacerlo, así que me monto y tiro. La temperatura era excelente, no hay tráfico y tengo bastante autovía en solitario hasta el punto de encuentro, así que aprovecho para estrujarla, un poco, el motor es una pasada, sube hasta el corte sin dejar de empujar. Brutal, pero si quieres ir a 2000 rpm o menos incluso en una marcha larga, lo admite sin problemas, sin coces ni rebeldía. Tú dale al gas, y la moto responde. Es una pasada, el rango de usabilidad de este motor me ha parecido soberbio. La capacidad que tiene para recuperar es apabullante, el cambio es una delicia haciendo el golpe de gas para hacer reducciones y sumado a la retención del motor promete que en las zonas de curvas me lo voy a pasar en grande.
Llego al punto de encuentro y aún nos queda una hora de autovía hasta llegar a Cuenca que es donde empieza la ruta. Le meto el control de crucero a 120 km/h y voy que ni me entero, con el fresquito mañanero, lo cómoda que me resulta la moto y demás... lo estoy gozando porque voy mirando como el sol empieza a bañar el campo que nos rodea, no me lo puedo creer, ¡estoy disfrutando una autovía! esto si que es una novedad para mi, con F800R los tramos de autovía no se disfrutan, se sufren.
Llegamos a Cuenca y empiezan las curvas. Asfalto en buen estado, la temperatura sigue siendo fresca, es una gozada, la moto tiene una agilidad apabullante, los frenos responden a mis deseos, no frenan ni mas ni menos lo que quiero que frenen, el cambio responde de manera precisa a mis reducciones, acelero en las salidas de las curvas con ganas y la moto aúlla a 8500 rpm empujando sin fin, cada vez me siento mas cómodo, no me puedo creer que esté yendo tan rápido por estos tramos con una moto que acabo de coger, y lo mas increíble es que llevo un ritmo mas alto que el que llevo con mi F800R, pero sintiendo que llevo mucho mas margen de seguridad. No me estoy esforzando en el pilotaje tanto. Creo que se debe a que la moto es mucho mas ágil en su conjunto que la F800R, toda la parte ciclo le da mil vueltas, y eso sumado a que puedo frenar en curva y que la moto no se me vaya recta me hace ganar mucha confianza. Además los neumáticos a pesar de que estaban cuando recogí la moto a una presión altísima (3.5 bar y el trasero y 2.8 bar el delantero) y cuadrado el trasero por el centro, después de bajarles la presión a valores mas típicos 2.9/3 bar para el trasero y 2.4 para el delantero, tienen un agarre en asfalto espectacular. El tramo de curvas es cada vez mas revirado y en un cambio de apoyo, la curva se cierra a derechas, tumbo la moto, pero voy muy lanzado y me acerco peligrosamente a mi colega que va delante que también le ha cogido por sorpresa el cierre inesperado de la curva y frena, yo timoneo con el trasero, la moto tumba aún más, y de pronto noto un roce por la parte baja de la moto cerca del pie, el roce de la estribera derecha. No me podía creer que hubiera llegado a hacer una tumbada de esa magnitud sin haber miedo ni pérdida de control ni nada por el estilo.
Van pasando los kilómetros y van pasando las horas, pasamos por asfalto muy malo y muy roto de una pista forestal "asfaltada" voy a poner el modo confort de las suspensiones, pero el tramo es muy revirado, hay que ir con mucho cuidado y no puedo estar mirando los menús para elegir el modo de suspensión. El mando de la piña es muy intuitivo y sencillo de utilizar, pero pienso que BMW lo tiene mejor resuelto con un botón dedicado a pesar de que la piña es mas compleja, no obstante, con el paso de las horas y los kilómetros, aprendes donde se encuentran las cosas que te interesan y puedes cambiar lo que te interese sin mirar la pantalla. Además se pueden configurar los menús de favoritos (botón de arriba y de abajo de la piña desde la pantalla principal), pero en mi caso no me entretuve en hacerlo. El cambio de modo de la suspensión es muy efectivo y para mi gusto, o lo que yo estoy acostumbrado, la moto se lo traga todo, pero sin perder sensibilidad de lo que pasa debajo de la rueda. Siento que todo está bajo control en todo momento.
Pasan las horas y la temperatura va subiendo, noto como sube un calor desde el interior del gemelo de la pierna derecha, y el calor del asiento empieza a poder notarse. He de decir que yo soy una persona muy calurosa que lo pasa muy mal en verano haciendo actividades típicas del verano, pues el calor que desprendía la moto como digo se puede sentir, pero lo llevo razonablemente bien. No obstante, les pregunto a mis compañeros de ruta si sus motos dan calor. Uno va con una GS de aire de 2008 si no recuerdo mal, y otro con una GSA LC 1200, el de la GSA si que dice que nota calor mas o menos por la misma zona que lo noto yo, así que imagino que será algo normal en estas motos de gran cilindrada. Lo del asiento caliente, se nota que está caliente, pero no en plan mal.
El caso es que pasan mas horas y llega la hora de volver, según nos aproximamos a Madrid la temperatura va subiendo y con el termómetro marcando 37 grados y subiendo (ha llegado a 39), yo ya me encuentro fatal. No tengo buena tolerancia al calor, y me estaba asando encima de la moto, a pesar de que llevo la visera del casco abierta y que me ventila muy bien, el aire caliente de la carretera me quema, y mi aguante para el calor de la pierna y del asiento disminuye drásticamente. Paramos en Tarancón, me re-hidrato y el agua que me queda la uso para mojarme la cabeza y la ropa. Solo me quedan 90km para llegar. ¡Aguanta!. Total, volvemos a la carretera y al principio con la ropa y la cabeza mojadas voy genial, la temperatura corporal me va bajando y me recupero, pero este alivio es muy corto porque rápido se seca todo con este aire seco y abrasador que tenemos por el centro de la península y pronto empiezo a sufrir de nuevo.
Llego a Madrid y a pesar de que la ruta de los túneles de la M-30 es mas lenta para llegar a mi destino, los voy buscando como agua de mayo para resguardarme del sol abrasador. Objetivo cumplido, en el túnel la temperatura desciende rápidamente 10 grados y la sensación de alivio me embarga. Sin embargo no todo es de color de rosas, en los túneles la velocidad está limitada a 70KM/h por lo que pongo el control de crucero a esa velocidad, el caso es que empiezo a notar resistencias en la dirección, suelto el manillar ligeramente para ver qué reacciones tiene, y veo que el manillar gira él solo de izquierda a derecha en movimiento armónico. Yo había leído que la dirección se movía a altas velocidades, pero estoy yendo a 70km/h es más, he llevado el control de crucero a velocidades bastante mas altas y la moto no se ha movido nada de nada. El caso es que esto me deja un poco mosca, pero en este punto tengo mucho calor, tengo ganas de llegar, y decido que me esperaré a ver qué opinan los foreros cuando lean mis impresiones.
Durante la ruta hemos ido a buen ritmo, sin hacer el loco, pero sin cortarnos. Cuando cogí la moto el parcial 1 marcaba unos 1000 km con un consumo medio de 5.6 litros a los 100km, cuando he apagado la moto el parcial 1 marcaba 1690km con un consumo medio de 4.8 litros a los 100km.
Cuando por fin aparco la moto, la miro y me digo... qué pedazo de moto, la verdad es que me sobra moto por todas partes, para la ruta que he hecho me ha sobrado motor y calor. Tengo muchas esperanzas puestas en que la gama 890 apuesten por suspensiones electrónicas, o en su defecto sea Husqvarna quien lo haga con una moto un poco más lógica. Esta moto es superlativa en todos los aspectos y pese a que encanta cómo funciona dinámicamente y también me gusta mucho estéticamente, en una ruta como la de hoy he sido consciente de que con menos moto hubiera disfrutado tanto o quizás mas, porque la moto quizás no hubiera contribuido a aumentar el calor que ya de por sí hacía, y el motor hubiera sido suficiente para transmitirme todas las sensaciones que me ha transmitido esta moto, que han sido muchas y muy buenas, y me han hecho ir durante gran parte de la ruta disfrutando como un crío.
Un saludo.