Buenas tardes moteros:
Por ciertas vicisitudes, nos traen a mi nieta todos los días, yupi, y no me da tiempo a escribir nada ya que me quita el ordenador para que le ponga Pocoyó.
Jajajajajajajajajajajajajajajajaaja.
Pero se acaba de ir, por lo que os adelanto la crónica en lo que me de tiempo.
Qué nervios bajar al garaje y encontrarme con ella..., ya sabéis de qué hablo.
Como si fuera una ceremonia me pongo el casco, los guantes, la bajo del caballete y la arranco... qué música celestial de buena mañana.
El portón del garaje ya está arriba, por lo que embrago, y compruebo, una vez más, que la maneta es bastante más dura que la de la Gacela, pero, ojo, es mucho más blanda, rápida y directa al soltarla, por lo que salgo disparado, qué bien, pero contra el lateral de la salida, lo cual ya no está tan bien, claro
No sé si me he explicado bien, porque ni yo mismo lo entiendo.
Afortunadamente salgo por donde no hay hormigón armado y empieza la maravillosa Tempranera con comida de fin de año.
Antes de incorporarme a la M-505 aparece Ropeme que me tiene cogida la hora.
Voy tan despacio que no me espera.
Mejor, así no me adelanta.
Pero gracias a la magnífica salida del garaje ya voy empanado, tanto, que negocio las rotondas de Galapagar a unos 40 kilómetros por hora, y ¡¡¡en sexta!!!.
La moto, sin rechistar, sin amagos, toses ni tirones, sale dulcemente de las mismas y coge velocidad con decisión.
Como también es tradicional, me pilla una lata-escuela al subir a la Cruz Verde.
Esta vez lo hago a propósito, y a ritmo de aprendiz de cuatro ruedas, negocio los garrotes antes de la Farmacia... ¡¡¡en cuarta!!!.
Pues sí, en cuarta, y sin rechistar, sin amagos, toses ni tirones, sale dulcemente de los mismos y en un momento llego a la Cruz Verde, la cual estaba petada, lo cual no me extraña, yendo a la velocidad de crucero que mantenía.
Jajajajajajajajajaajjajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Qué preciosa se veía a la Tigresa ante la atenta mirada de Choogal y Granadino:
Tino estaba deseando empezar y se quería subir a la Cabra Azul:
Guillermo había cambiado su Hypermotard por este pepinaco de Monster 1200:
E iniciamos la marcha.
Hoy no salí el último como la vez anterior pero tampoco de los primeros precisamente.
Jajajajajajajajaja.
La XR y yo nos estábamos conociendo aún, y después de cómo salí del garaje mejor que fuera de forma muuuuuy tranquila.
Llegamos a Robledo de Chavela, Cebreros y desde aquí hacia el embalse de El Burguillo.
Me sigo reafirmando en que la suspensión es más seca que la GS, faltaría más, pero es lo suficiente confortable en este tramo de pavimento tan irregular.
Sin embargo, los cambios de inclinación en curvas enlazadas se hacen con mucho menor esfuerzo, lo cual, es de suponer, tendrá bastante que ver la rueda delantera de 17" en contra de la de 19" de la GS.
Pasamos el puente de la Gaznata con la cola del pantano totalmente seca, y enseguida nos preparábamos para hacer el bonito tramo de las Calas de El Burguillo.
Yo iba detrás de Granadino, bastante más espabilado, me refiero a mí, y empecé a disfrutar de lo lindo, enlazando curvas sin descanso, oyendo como cambiaba rápidamente con su asistente, mientras daba unos tremendos petardazos la gran GSA blanca.
Cortísimo se me hizo el tramo porque en un suspiro ya estábamos en Navaluenga para dirigirnos hacia San Juan de la Nava por una carretera que ya he comentado otras veces, ancha pero con firma irregular y algún garrote, donde volví a aprovechar para comprobar las bondades del asistente pro y poner primera con la misma tranquilidad que el que oye llover.
Llegamos a la AV-905 y nos dirigimos a Navalmoral de la Sierra, y claro, una vez allí, cómo no nos íbamos a subir el magnífico puerto de igual nombre, pues al lío.
La carretera no estaba para muchas alegrías, con humedades y sal para cuatro bodas, pero fui cogiendo confianza y me lo pasé como un enano, al llegar arriba, aproveché que iba contemplando el paisaje para zamparme un Mejillón.
Otro gallo cantará, otro día...
Total, que ya iba detrás de Ansía Viva y de Busman negociando las curvas de bajada, pero con ritmo prudente.
Llegamos al cruce de Riofrío y a través de una carretera estrechita y en mal estado, Tino nos llevó hasta la AV-502.
Me alegra comprobar, otra vez, que no voy a perder ningún yayoriñón por culpa de la suspensión de la Tigresa.
Iba en modo road de motor y también road de de suspensión, con la precarga en un casco y una maleta.
En este tramo, de asfalto maravilloso y ancha calzada se puso a tirar Busman, conmigo detrás, hasta que nos pasó Ansia.
Y llegaron los curvones de Menga.
Yo no sabía ni qué marcha poner, jajajajajajajajajajajajaaja, el caso es que bajé unas cuantas y salió la Tigresa rugiendo.
En la subida hay doble carril, y Busman negoció por el exterior en una curva de izquierda por lo que me dejó libre el carril interior, es decir, le hice un Yayointerior sin contemplaciones...Contemplaciones, o mejor ilusiones, las mías, porque Busman es muy prudente, y si ve que las condiciones no son buenas, se adapta.
En fin, el sonido del tetra y el mega cambio, me tenían loquito y me "fui" a por AV1000, el cual empezó a negociar un curvón de derechas por el interior, por lo que pensé, ahora toca un por fuera, como Lorenzo, y listo.
Sí, sí, muy listo yo, si en el carril interior por donde iba AV había humedades, el carril de la izquierda presentaba unos trozacos de sal del tamaño del iceberg que hundió al Titanic, igual he exagerado un poco, pero me sirve de excusa, porque lo de por fuera, nada de nada...
Jajajajajajajajajajajajajaaja.
El caso es que a buen ritmo, dentro del orden que determinaba el estado de la calzada, terminamos de negociar el puerto y la bajada, y lo que pasó en Menga, en Menga queda....
Jejejejejejejeejjejejejejejejejejeje.
Y llegamos a a Venta del Obispo:
Tan excitado me hallaba por la ruta, la conversación y las revolconas, que me había olvidado por completo de ellas.
La Monster estaba impresionante:
Y la ST de Ivan resplandecía:
Y había más, claro, pero lo veremos mañaaaaaaaaana....
Jajajajajajajaajjaajaja.
Cupo máximo de archivos.
Continuará.
V'ssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss