Masificar y popularizar una actividad que antes era minoritaria puede producir efectos inesperados, que no siempre, por el hecho del acceso masivo y multitudinario, es bueno para esa antes selecta y exclusiva actividad.
Seguro que hay quien piensa que todos debemos tener derecho de acceso indiscriminado a todas las cosas.

Ahi no entro...
Recuerdo que fué llamativo que en aquella época en la que los cantantes líricos Lucciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, (Los Tres Tenores), decidieron dejar el selecto, poco accesible y exclusivo ámbito de la ópera y el canto lírico y se pasaron a cantar canciones pop.
Llenaron parques gigantescos y escenarios cantando para decenas de miles de personas y popularizaron el hasta entonces desconocido, exclusivo y elitista "canto lírico".
Sinceramente creo que convirtiéndose en una masiva chirigota más.
En esos multitudinarios conciertos en los que interpretaban cancioncillas pop y folk, tangos, rancheras y boleros con enorme voz operística nadie guardaba silencio, había puestos de venta de olorosas hamburguesas que inundaban con su rico tufillo, incluso el escenario en donde los divos se exponían a la fervorosa multitud.
La otrora respetada presencia de la música y los músicos clásicos y líricos, que cantaban ópera y clásica en teatros a pulmón y sin micrófono, en un ambiente exquisítamente perfumado, artísticamente sublime y exclusivo y en general, con una altísima calidad de música, músicos y publico, se fué convirtiendo en una especie de circo masivo lleno de ruidosos y vociferantes espectadores,
oyentes devoradores de chicle y palomitas y también necesariamente, gigantescos equipos de producción, iluminacion y sonido para someter semejante ruido de fondo.
Tras haber estado cantando treinta años en los exclusivos escenarios de los teatros de todo el mundo, Los Tres Tenores empezaron a ser conocidos y reconocidos por la gran masa y a ganar muchísimo más dinero.
Mucha gente que en su vida hubiera pagado por entrar a escuchar una obra lírica o música clásica en un teatro, de forma estúpida y tras asistir a uno de esos multitudinario y populares conciertos de Los Tres Tenores, cantando con técnica lírica cancioncitas popis, pensaban que pasaban a engrosar el selecto y exclusivo mundo de los devotos aficionados a la música clásica.
Esto creo que es un ejemplo aplicable al ahora diverso y populachero colectivo motero.
Casi cualquiera ahora puede tener una magnífica y exclusiva BMW y cualquier otra moto, que probablemente será del banco y que en manos inexpertas, soberbias, narcisistas o equivocadas se convite en un puto "pretencioso peligro elitista" para los demás.
Creo que esto que cuento relaccionado con la música clásica, intenta ser una analogía, directamente aplicable al fenómeno actual de masificación e invasiva popularizacion motera.
O como dicen en mi pueblo:
Si le das a un tonto una gorra y un palito, seguro que se pone en medio de la Plaza Mayor a dirigir el tráfico y dar órdenes a todo el mundo.
O... No está hecha la miel para la boca del asno.
(Desde el respeto y el cariño para los asnos, los conductores tontos, los estúpidos, los irresponsables y para todo el mundo en general).