Hace mil años mi padre se compró un Seat 124 D.
Me decía: "Mira, la marca con más concesionarios de España ¡Y con su propia asistencia en carretera!"
Y yo le miraba como un dentón mira a un sargo.
Ahora nos cuesta ser atendidos por marcas de reconocido prestigio. En viaje nadie te soluciona nada, de no ser un pinchazo. Los concesionarios, los mecánicos, los chapistas, los recambios y los horarios se han reducido a la mínima expresión. Ya no es que te hagan un favor por repararte la moto ¡Te lo hacen por vendértela!
Y si hablamos de marcas emergentes, que son cientos, prepárate para quedarte sin coche o moto hasta bien pasado el verano.
Los talleres multimarca fracasan por la electrónica y los softwares exclusivistas.
A mejor no vamos, en cuestión de servicio.
Enviado desde mi SM-G780F mediante Tapatalk