Buenas a todos:
Después de pasar las vacaciones de agosto en la costa granadina, se me ha ocurrido escribir este post, como una reflexión a tres experiencias iguales vividas/sufridas, en días distintos, circulando con la moto:
Experiencia 1:
Kilométrica caravana, 13:45 horas, calor de justicia y pocas líneas discontinuas. Me frío como una patata con lo que desprende el motor y la chaqueta… Salvo honrosísimas excepciones que agradecía con la mano, la mayoría de los coches era verte por el espejo y dar volantazo a la izquierda para que no pases entre la línea y el coche. :-/
Finalmente, desesperado, puse los warning y adelanté a paso de tortuga por el arcén, que también invadió algún capullo tan pronto me vio venir.
Experiencia 2:
Misma carretera de la costa. 10:15 de la noche. Travesía de un pueblo, de una carretera nacional llena de semáforos. Para variar, caravana. Vamos casi parados.
Hay línea continua y el coche que llevo delante, se echa a la derecha dándome paso. Los dos siguientes al ir pegadillos a la derecha, también puedo pasarlos sin problemas.
La caravana echa a andar de nuevo y delante mía llevo un SEAT León negro. Vamos a unos 15 kms/h y lo tengo a unos 5/6 metros. A lo lejos se pone de nuevo el semáforo en rojo, aunque los coches van avanzando muy lentamente. En ese momento pongo los warning y voy a empezar a adelantar por el arcén (zona urbana ya), muy lentamente peroooooo…
¡¡Coño, el tío del León (de unos 27 tacos), pega un volantazo a la derecha!! Frenazo, salta el ABS (no por velocidad, sino por el tirón que le meto) y pienso, "habrá encontrado un aparcamiento", pero no, ¡¡lo que ha hecho es cortarme el paso!! Le pito y veo que me hace un gesto como diciendo “vete a la mierda”. Joooooooder…, menudo plan llevamos.
Me pongo a la altura de la ventanilla derecha y el tío me increpa diciendo que no tengo derecho a ir por ahí, que si las motos esto, que lo otro, etc…No os reproduzco toda la conversación para no alargarme, aunque lo más gordo que le dije, es que si un día da con un motorista con más mala leche, lo mismo le cruza la cara..., seguí mi camino. >
Experiencia 3:
Misma carretera pero dirección opuesta a las dos anteriores. Son las 12:00 y otra vez en caravana.
Aquí hay más línea discontinua y puedo ir adelantando, hasta que esta se termina. El coche que llevo delante se echa a la derecha y me da paso. El siguiente está muy pegado a la derecha y lo paso también, pensando erróneamente que me cedía el paso. Sin embargo, la caravana se detiene y no puedo seguir, deteniéndome pegado al centro de la vía (esperando una línea discontinua). En ese momento, el coche que acababa de adelantar, me empieza a meter el morro por la derecha. Voy avanzando lentamente al ritmo de la caravana y el tío me sigue metiendo el morro y cada vez más pegado al cilindro. Al arrancar la caravana, decido irme al centro de mi carril, pero el tío (de unos 60 tacos), vuelve a meterme el morro, invadiendo ya el arcén.
Al final ya con las narices bien infladas, freno, me pongo a la altura de la ventanilla y le pregunto si tiene algún problema… Respuesta: "cabrooooones, que os metéis por todos los sitios, que sois unos hijo putas, que estáis dando siempre por culo, que no respetáis nada, etc, etc. :-[ :-[
Debo reconocer que no actué correctamente y después me arrepentí, pero tras las experiencias acumuladas y la respuesta recibida, andaba yo ya algo calentito. Le mostré el puño y le dije que no le metía una ostia porque no tenía ganas. Ahí quedó todo porque subió la ventanilla y yo pude empezar a adelantar de nuevo...
Con todo este rollo quiero decir, que pienso que se nos ha demonizado tanto en los medios, que llevar hoy una moto, parece sinónimo de sinverguenza, chorizo y todo lo que se nos pueda venir a la cabeza, lo que no deja de ser lamentable y triste…
No nos facilitan el paso..., [highlight]ojo[/highlight], esto no quiere decir, que el resto de la circulación tenga que desplegarnos una alfombra a nuestro paso, eh!. Pero joder, qué cuesta echarse un poquito a la derecha y dejar pasar. No se imaginan el calor que puede llegar a hacer en la moto a determinadas horas, amén de aligerar el tráfico pues antes yo me desplazaba por allí en coche y ahora lo hago en moto, menos ocupo.
Visto lo visto, pienso que muchos se encorajinan cuando ven una moto, como si les saliera un odio visceral y se volvieran irracionales, sin pensar en las consecuencias de sus actos. :-/
En fin, habrá que ir con cuidado pues en el fondo, llevamos las de perder en caso de que la cosa ponga fea.
Saludos y perdón por el ladrillo.
Después de pasar las vacaciones de agosto en la costa granadina, se me ha ocurrido escribir este post, como una reflexión a tres experiencias iguales vividas/sufridas, en días distintos, circulando con la moto:
Experiencia 1:
Kilométrica caravana, 13:45 horas, calor de justicia y pocas líneas discontinuas. Me frío como una patata con lo que desprende el motor y la chaqueta… Salvo honrosísimas excepciones que agradecía con la mano, la mayoría de los coches era verte por el espejo y dar volantazo a la izquierda para que no pases entre la línea y el coche. :-/
Finalmente, desesperado, puse los warning y adelanté a paso de tortuga por el arcén, que también invadió algún capullo tan pronto me vio venir.

Experiencia 2:
Misma carretera de la costa. 10:15 de la noche. Travesía de un pueblo, de una carretera nacional llena de semáforos. Para variar, caravana. Vamos casi parados.
Hay línea continua y el coche que llevo delante, se echa a la derecha dándome paso. Los dos siguientes al ir pegadillos a la derecha, también puedo pasarlos sin problemas.
La caravana echa a andar de nuevo y delante mía llevo un SEAT León negro. Vamos a unos 15 kms/h y lo tengo a unos 5/6 metros. A lo lejos se pone de nuevo el semáforo en rojo, aunque los coches van avanzando muy lentamente. En ese momento pongo los warning y voy a empezar a adelantar por el arcén (zona urbana ya), muy lentamente peroooooo…
¡¡Coño, el tío del León (de unos 27 tacos), pega un volantazo a la derecha!! Frenazo, salta el ABS (no por velocidad, sino por el tirón que le meto) y pienso, "habrá encontrado un aparcamiento", pero no, ¡¡lo que ha hecho es cortarme el paso!! Le pito y veo que me hace un gesto como diciendo “vete a la mierda”. Joooooooder…, menudo plan llevamos.

Me pongo a la altura de la ventanilla derecha y el tío me increpa diciendo que no tengo derecho a ir por ahí, que si las motos esto, que lo otro, etc…No os reproduzco toda la conversación para no alargarme, aunque lo más gordo que le dije, es que si un día da con un motorista con más mala leche, lo mismo le cruza la cara..., seguí mi camino. >

Experiencia 3:
Misma carretera pero dirección opuesta a las dos anteriores. Son las 12:00 y otra vez en caravana.

Aquí hay más línea discontinua y puedo ir adelantando, hasta que esta se termina. El coche que llevo delante se echa a la derecha y me da paso. El siguiente está muy pegado a la derecha y lo paso también, pensando erróneamente que me cedía el paso. Sin embargo, la caravana se detiene y no puedo seguir, deteniéndome pegado al centro de la vía (esperando una línea discontinua). En ese momento, el coche que acababa de adelantar, me empieza a meter el morro por la derecha. Voy avanzando lentamente al ritmo de la caravana y el tío me sigue metiendo el morro y cada vez más pegado al cilindro. Al arrancar la caravana, decido irme al centro de mi carril, pero el tío (de unos 60 tacos), vuelve a meterme el morro, invadiendo ya el arcén.

Al final ya con las narices bien infladas, freno, me pongo a la altura de la ventanilla y le pregunto si tiene algún problema… Respuesta: "cabrooooones, que os metéis por todos los sitios, que sois unos hijo putas, que estáis dando siempre por culo, que no respetáis nada, etc, etc. :-[ :-[
Debo reconocer que no actué correctamente y después me arrepentí, pero tras las experiencias acumuladas y la respuesta recibida, andaba yo ya algo calentito. Le mostré el puño y le dije que no le metía una ostia porque no tenía ganas. Ahí quedó todo porque subió la ventanilla y yo pude empezar a adelantar de nuevo...
Con todo este rollo quiero decir, que pienso que se nos ha demonizado tanto en los medios, que llevar hoy una moto, parece sinónimo de sinverguenza, chorizo y todo lo que se nos pueda venir a la cabeza, lo que no deja de ser lamentable y triste…
No nos facilitan el paso..., [highlight]ojo[/highlight], esto no quiere decir, que el resto de la circulación tenga que desplegarnos una alfombra a nuestro paso, eh!. Pero joder, qué cuesta echarse un poquito a la derecha y dejar pasar. No se imaginan el calor que puede llegar a hacer en la moto a determinadas horas, amén de aligerar el tráfico pues antes yo me desplazaba por allí en coche y ahora lo hago en moto, menos ocupo.
Visto lo visto, pienso que muchos se encorajinan cuando ven una moto, como si les saliera un odio visceral y se volvieran irracionales, sin pensar en las consecuencias de sus actos. :-/
En fin, habrá que ir con cuidado pues en el fondo, llevamos las de perder en caso de que la cosa ponga fea.
Saludos y perdón por el ladrillo.