Yo estoy igual. Por fin he encontrado la moto que me sirve para TODO. Corre, frena, facil mantenimiento, maletones, grandota, con personalidad, se ven pocas, bonita, atemporal...y en blanco corre más!
Jejeje! Más no lo sé, pero seguro que mejor! (Lo sé porque mi K también es blanca) Jejeje!
La primera que tuve, una Beta, durante 3 años aproximadamente, la quité porque me compré mi primer coche teniendo yo unos 20 años, pero qué pena, cuanto me gustaba (El cariño de tu primera moto)
Disfruté una Suzuki GS500 que tenía mi hermano. Descubrí y aprecié con ella el motor bicilíndrico, un estilo, un sonido y unas vibraciones que hacen de los dos cilindros algo con un carácter especial que me encantó. Aparte en el grupo hay una RSV y una Tuono, que en movimiento suenan como una tormenta de truenos de verano. El bicilindrico tiene carácter, personalidad, y motor como con vida propia. Lo malo de esto es…. que sé que a futuro cuando ya no tenga cuerpo para lo deportivo, miraré aún más ‘y con intenciones si se puede’ las 1200GS Adventure.
La segunda año y 9 meses, una ZX6R del 2001 azul preciosa, con tubo de escape de carbono que sonaba a gloria bendita, y corría como un diablo, nunca llegué a sacarla los colores. La sensación que me ha producido siempre el montarme en una RR ha sido contradictoria, por un lado de adrenalina ya sólo por la posición al sentarse y por otro de mucho respeto. Se puede tener una RR y no correr con ella (Alguno pensará con cierta razón que para qué una deportiva entonces. Pues simplemente, porque me gusta la moto)
Y ahora mi K, voy para el año. K13S blanca. Que no la saco ni un tercio de lo que puede dar, pero así me gusta ir, como si paladeara a pequeños sorbos un fabuloso vino de reserva. El tanque supersónico que flota y va por raíles, como un monstruo de potencia pura que la da con toda la elegancia, proporcionalidad, de principio a fin con una sensación de fuerza total pero sin rastro de brusquedad.