En principio debería entrar sin problemas en campaña, según el mecánico cuando la vio, porque la pérdida de gasolina está clarísima. Así que la moto se quedó en el concesionario y a la espera de que les llegue la bomba para sustituir, y vuelta a casa en patinete eléctrico. Los Xiaomi plegados se transportan perféctamente en una GS.
Si hubo al principio algo de discusión en recepción porque se empeñaban en gestionarlo como una recepción de taller ordinaria para un diagnóstico que yo ya tenía claro y me decían que en caso de que BMW no se hiciese cargo, debería abonar yo la supuesta diagnósis, pero abonar el qué? qué diagnósis si se trata de una campaña? encima no hay que desmontar nada para verlo. El caso es que entramos en una especie de bucle en que eso no lo decidía yo, sino la marca, etc, etc... Al final accedí, no sin ántes comentar que ya sabía de qué iban las campañas, y que si pretendían cobrarme algo, lo pagaría, pero posteriórmente vendrían unas cuántas reclamaciones. No se trata de pagar aunque sólo sean 10 €, sino que yo considero que ésa es responsabilidad de BMW, no mía, y que cada palo aguante su vela. Por suerte tras insistir salió el mecánico, y con sólo echar un vistazo ya lo vió perféctamente, igual que todos salvo el recepcionista que no mira absolútamente nada, sólo "recepciona". Os recuerdo el vídeo al principio del post:
Lo cual me lleva a pensar que los concesionarios deberían cuidar más la figura del recepcionista de taller. Se les nota sin la menor capacidad de acción y decisión, y en el momento en el que los sacas de la rutina, ya no saben o pueden actuar, y el cliente lo que quiere son respuestas. Lo mismo que veis en el vídeo, lo pudo haber visto el recepcionista sin necesidad de tener que molestar al mecánico.
A mí no me gusta salir de un sitio con la incertidumbre de saber si voy a tener que abonar 600 € de una bomba o no. En éste caso sería vuelta a casa con la pérdida de gasolina y el consiguiente riesgo, y reparar yo la bomba. Y más cuando el diagnóstico y campaña son tan evidentes. A mí no me impresionan los grandes concesionarios con sus lujos, máquinas de café y pantallitas con las horas concertadas, esas cosas me importan más bien poco. Sólo pido que sean resolutivos y no me mareen con vaguedades. Suerte que el mecánico era de la vieja escuela, miedo da pensar el día que se jubile qué pasará.
En el momento que en BMW empezaron a mezclar coches y motos se jodió la magia, y más desde que enmascararon el clásico olor a neumático nuevo que tenían los talleres de moto con el aroma de un ambientador de puticlú.
Señor! Qué viejo y cascarrabias que me estoy haciendo... Ya lo decía Sabina con su yo me bajo en Atocha, y yo también me apeo de según qué trenes con sus modernidades que no van conmigo ni yo voy con ellas.
PD. Espero venir con buenas noticias en breve