PUes otro que ya está en casa desde ayer, pero no pude escribir porque tenía una cena en casa para acabar de derrotarme. Hoy ya he encontrado algún momento y alguna fuerza.
El día empezaba bien. Tras las lluvias de la tarde anterior que por lo visto pillaron a más de un infiel y a más de un cristiano, el sábado apareció espléndido de sol, un poco de fresquillo y la promesa de un gran día para ir en moto, como así fue. Sol, sin viento, aire fresco, buen paisaje y venga de curvas!!! justo lo que más hay en Castellón. Para los que no lo sepan, Castellón es, después de Asturias, la provincia más montañosa de España. No por altura, sino porque no hay llanos. Y para uno que encontraron, pusieron allí la capital de provincia y le llamaron Castellón de la Plana, seguramente de la única plana!. El resto... todo curvas
Con un comienzo de ritmo progresivo noté a Jasón un poco preocupado por no romper el grupo, pero también preocupado por no perder la diversión, así que arreaba en las curvas y cortaba gas en las rectas. Como éramos tantos, creo que 21 motos, en cuanto los primeros aflojaban, los que íbamos en medio del pelotón empezábamos a amontonarnos y comernos el colín del de delante donde se debería abrir gas. Un poco incómodo pero al primer punto de reagrupamiento de tropas corrí raudo y veloz a indicarle ese pequeño problema que se subsanó para el resto de la jornada. Gajes del oficio del que tiene que tener la cabeza en todo lo que ocurra, ser roadleader, anfitrión, organizador y, por decisión suya, papá de todos los presentes por un día. Por cierto, encantado de que así haya sido porque todo lo que estuvo en sus manos salió estupendo. Creo que para la próxima hay que dar una serie de normas básicas para este tipo de grupos tan numerosos y la principal es que siempre cada uno es responsable de que le siga el de detrás. Así se hubiera perdido menos tiempo en pequeñas perdidas de gente que se acaban convirtiendo en pérdidas de tiempo para llegar a los sitios concertados para comer. El resto estupendo.
En mi caso en particular sufrí mucho ayer. Las muñecas se me cansaban desde el principio de la mañana y no sabía si sería por falta de costumbre, por el cambio de guantes de invierno a los de verano, o por lo que creo que fue la causa definitiva: mis suspensiones delanteras dijeron basta ya de tortura!!!. Me costaba mucho cargar eje delantero en la entrada a curvas y cuando llegaba el momento de levantar la moto parecía que se resistía a hacerlo. Aún así la moto se portó bastante bien para sus primeros diez añitos bien cumplidos, sus más de 116.000kms, los viajes que ha hecho y las zurras de curvas a que ha sido sometida. Ya llevaba tiempo pidiendo el cambio pero ésta ha sido su última batalla sin duda. El cansancio que aún tengo hoy no es normal.
Me alegró mucho que ayer no hubiera incidentes serios, pese a que una moto tuvo que acabar la ruta con la asistencia y mi moto -antes de que vengan las malas lenguas a soltar rumores imprecisos y tendenciosos- demostró sus orígenes antediluvianos y tuvo un episodio que supongo que va a traer cola y que aunque no viene aquí, paso a relatar:
El caso es que en la parada de reagrupamiento ya de camino a la comida y en la que no llegaban la moto que petó ni Juansa que iba de moto escoba, estábamos a pleno sol y deshidratándonos, por lo que acabamos decidiendo avanzar un poco más a esperar en otro sitio más fresco y con agua, que no fue otra que una fuente un poco más adelante. Mi moto llegó saliendo vapor de agua por abajo y miré mosqueado para comprobar el origen del vapor. Del rebosadero de la botella de expansión del líquido de refrigeración del motor caían gotas continuadamente sobre el colector del escape, evaporándose. Lo primero que hice fue comprobar porqué salía y si se salía por avería o por vejez. La botella estaba llena y tras arrancar la moto y acelerar parecía estar todo en orden y me indicaba que la culata estaba OK. El problema más gordo estaba descartado. El siguiente pensamiento fue si llevaría mucho rato perdiendo agua en marcha, que no se vería y me podría dejar sin refrigeración del motor en unas condiciones de conducción exigentes para él, dada su edad. Quité la tapa que esconde el tapón del radiador. Me fui a la fuente, encontré una botella de agua espachurrada, le dí un poco de forma y cogí agua para ir enfriando el tapón de apertura del radiador. Varios viajes a por agua para enfriar todo lo posible la parte accesible. Por supuesto sé qué puede pasar si abro el tapón en caliente (el cartelito de DONT OPEN WHEN HOT en rojo ya me daba algunas pistas), pero también sé qué puede pasar si me quedo sin agua en el radiador a esos ritmos, así que enfrié todo lo que pude el tapón y alrededores, me puse el guante de cuero, me aparté lo que pude y cuando no había nadie más alrededor... probé a abrir. Al principio salió un poco de presión, como cuando abres una botella de cocacola de dos litros y luego paró de sonar. Pensé que estaba aquello más seco de lo que pensaba y me decidí a abrir más. Y entonces surgió por aquél agujero un géiser diabólico de color leche con colacao... pero con mucho colacao hasta no sé qué altura porque yo me dí la vuelta apartando la cara todo lo que pude. No me quemé nada, me quité el guante a toda prisa antes de que me llegara el calor a la mano y cuando volví a mirar el espectáculo era acojonante. Todas las motos de alrededor, antes limpias impolutas para tan importante cita, estaban bañadas de colacao, mi moto, mi casco, mi mochila... yo casi nada

(milagro previsto pues el tapón está tan metido que el propio carenado me protegía desde ese lado de la moto) y todos corrieron a ver de qué moto salía tan sorprendente chorro marrón y verificar que yo seguía bien. Lo primero me dijeron de todo por loco, aunque a veces estas locuras parecen más locuras desde fuera que desde dentro. Tengo claro que muy prudente no fue, pero también tengo claro que en ocasiones hay que tomar decisiones heróicas para salvar a nuestras motos ;D. Una vez pasado el susto de todos, que se asustaron más que yo y éso que estaban todos lejos ;D limpiamos las motos lo que se pudo, rellené con agua de la pileta de la fuente -con algas y todo para que con el verde parezca más anticongelante, puse de nuevo el tapón, Doc me ayudó con la tapa del carenado, puse el asiento, limpié un poco lo que pude para no mancharme y ante la mira incrédula de los presentes.... arrancó a la primera, por supuesto

, y nos fuimos a comer. Seguro que el agua fresca de la fuente refrigera más que aquella mezcla de agua oxidada. Yo no sé porqué una sustancia de un verde tan bonito se hace de ese color chocolate en sólo 4 años de no cambiarla :-X. Y a partir de ese momento, con la mosca un poco detrás de la oreja y un ojo mirando de vez en cuando el indicador de temperatura, me dí cuenta de que se calentaba mucho menos ahora que antes así que... problema resuelto!. Por supuesto cambiaré el agua de la fuente por verdadero líquido verde refrigerante tras limpiar bien todo el circuito.
Volviendo a nuestras andanzas de conducción, la ruta fue genial, llena de curvas enlazadas en las que nos divertimos de lo lindo incluso a pesar de la cantidad de piedrecillas -y no tan piedrecillas, que había una roca enorme en el apice de una curva a derechas que era como para ir sacando rodilla- que habían caído a la carretera tras las lluvias torrenciales de la tarde anterior. Creo que fuimos muchos los que nos llevamos algún sustillo que otro porque no daba tiempo a indicarlas todas, a verlas todas y a evitarlas todas. Las zonas de humbría todavía estaban mojadas y había que ir adivinándolas entre las sombras de los árboles, ya que mucha de la ruta transcurría entre bosques. Se nota que este invierno y esta primavera están siendo especialmente lluviosas y estaba todo muy verde y es la vez que más llenos he visto los pantanos que pasamos. Una gozada. Ojalá siga esta tendencia porque en la Comunidad Valenciana y más abajo estamos muy escasos de agua. Bienvenida sea, aunque nos pille de vez en cuando.
El almuerzo en Casa Ana en Xodos fue genial. Todo buenísimo. Se nota que el embutido rural sigue siendo muy valorado por los que tenemos un Mercadona cerca de casa. Y la comida, pues estupenda mezcla de paellas, medio plato de cada, un picoteo muy interesante y nosecuantos vasos de agua que me bebí, pues en la fuente sólo bebió la Uva Negra -Uva Pasa a partir de ahora-. Tranquilitos volvimos a Segorbe, pues estábamos al lado y me despedí de todos con muchas ganas de quedarme. Pese a quedar con Nunuk en bajar hasta la A7 juntos -yo me volvía a Valencia y él iba a Barcelona- en la última rotonda antes de salir de Segorbe y acceder a la autovía ví que la daba entera y luego no venía. No sé si se había dejado algo en el hotel, si se metía en la gasolinera o si se equivocó con las indicaciones. El caso es que pretendía parar pero una parejita uniformada me indicó que ahí no era buen sitio para parar y me "invitó" a seguir mi camino. Yo que soy muy obediente continué acabando de entrar en la autovía y me bajé solo a Valencia con una sonrisa de oreja a oreja recordando lo bien que lo había pasado, las risas en la mesa, los nuevos amigos, las caras que he puesto a muchos nicks, lo que he vuelto a aprender con todos vosotros y que mis muñecas han sufrido el no tener telemetría. Me toca cambiar muelles de amortiguación delantera sí o sí. No me cansaba tanto de muñecas desde que volví de Edimburgo de tirón en 39 horas consecutivas hace ya 15 años. Aún así... la Uva Negra se ha portado muy bien y lo que le queda!.
Enhorabuena a todos por hacer juntos un día inolvidable. La próxima a ver si me puedo quedar a todas las comidas, cenas, motules y demás. Una vez que aparece el Lagavulín y va y me lo pierdo!!!. Qué desastre!. Buen viaje de vuelta a todos, en especial a los que habéis venido de más lejos. Yo estoy sólo a media hora de una zona tan divertida y, lo mejor de todo... puedo ir por curvas hasta casi Segorbe y luego quedar con Jasón en petit comité
Gracias por todo. Sois fenomenales. Me hacía falta salir con la moto a desfogarme un poco, aunque a la Uva le hice vomitar ;D ;D Seguramente se mareó de tanta curva ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D