Continúo leyendo vuestros comentarios porque es un tema apasionante.
Muchas veces es imposible rechazar las situaciones en las que compartiremos en grupo todos esos momentos ya conocidos entre nosotros en las salidas ruteras, en ocasiones para darse un atracón en algún sitio que alguien conoce y que alguna vez le gustó, en otras para hacer kilómetros con las consabidas paradas y comentarios y en general por los motivos que se nos ocurran a cada cual.
Sin embargo, el placer de rodar en mi moto, en silencio o con música, con el casco cerrado o permitiendo que el aire incida en el rostro, anticipando las curvas antes de entrar en ellas, recopilando la información recibida durante la marcha con la vegetación que rodea el asfalto, las señales a mi juicio mejor puestas que son las de recomendación, los pueblos que atravieso, todo esto desborda mi satisfacción.
Bueno, lo cierto es que por muchas veces que lo intento me veo incapaz de describir con claridad el sentimiento que me embarga rodando en solitario, incluso preparando las maletas estoy saboreando con gusto otro de los protocolos que llevamos a cabo al igual que abrochar la chaqueta, poner el casco, los guantes, sentarse y poner en marcha ............. después de una parada.
Forma parte del viaje disfrutando y aprendiendo de todo cuanto nos rodea.
En fin, saludos.
Muchas veces es imposible rechazar las situaciones en las que compartiremos en grupo todos esos momentos ya conocidos entre nosotros en las salidas ruteras, en ocasiones para darse un atracón en algún sitio que alguien conoce y que alguna vez le gustó, en otras para hacer kilómetros con las consabidas paradas y comentarios y en general por los motivos que se nos ocurran a cada cual.
Sin embargo, el placer de rodar en mi moto, en silencio o con música, con el casco cerrado o permitiendo que el aire incida en el rostro, anticipando las curvas antes de entrar en ellas, recopilando la información recibida durante la marcha con la vegetación que rodea el asfalto, las señales a mi juicio mejor puestas que son las de recomendación, los pueblos que atravieso, todo esto desborda mi satisfacción.
Bueno, lo cierto es que por muchas veces que lo intento me veo incapaz de describir con claridad el sentimiento que me embarga rodando en solitario, incluso preparando las maletas estoy saboreando con gusto otro de los protocolos que llevamos a cabo al igual que abrochar la chaqueta, poner el casco, los guantes, sentarse y poner en marcha ............. después de una parada.
Forma parte del viaje disfrutando y aprendiendo de todo cuanto nos rodea.
En fin, saludos.