Mi moto es una Honda tetra, y he probado casi todas las configuraciones de motor.
Probé la R 1200 R de aire, la última versión. Y me llevé bastante desilusión. Me pareció tosco, eso de que acelerando en vacío moviera la moto hacia la dcha., me pareció poco refinado, aunque ya estaba advertido de esa peculiaridad.
A la hora de reducir, me bloqueo por dos veces la rueda trasera, y no fue una reducción brusca.
Tal vez es que hay que cambiar la mentalidad, porque estos motores gustan bastante en general. Y aunque algún caso hay, pocos son los que reniegan del bóxer.
La versión actual LC, parece que se ha refinado, pero no creo que se consiga la dulzura de un cuatro cilindros.
Mi prueba fue de unos escasos 20 minutos, en la Raiders de Formigal, pero otras motos desde el minuto uno me gustaron, y esta no.
Espero probar un bóxer actual, a ver que sensaciones me da.
¿Conoceis gente que no se adapta a este motor, os ha pasado en propia carne?
Saludos. Vssss.
Todos los bóxer que probé, de distintos modelos y años, me parecieron como a ti: motores toscos, poco refinados...., y que, desde luego, no eran para mí.
Pero a base de ver evolucionando a sus propietarios, que rápidamente iban rápidos y seguros, sin apenas esfuerzo..., me dio por pensar que algo había en ese tipo de motos que se me escapaba....Así que compré una GS 1150 de segunda mano, con casi 70 mil km encima.
Como la compré barata, di por hecho que si no me acostumbraba, tampoco perdería mucho al venderla.
Sin embargo, bastaron unos cientos de kms (más de 400 en una mañana) por carreteras perdidas en las sierras de Albacete, Jaén y Granada, para darme cuenta de lo que pasaba.
Para mí la magia de este motor está en el reparto de pesos, el chasis y la forma de traccionar en carreteras perdidas en las que vas por primera vez.
Luego, en el uso normal, las vibraciones y posibles malos modos del motor en carretera ni se notan.
Tras unos meses de uso, probé la RT actual, la de agua. Y ahí sí, me dije, ahí sí que tenía ya la finura que buscaba. Esa misma tarde entré al concesionario de mi ciudad, y al día siguiente la sacaba de allí con la matrícula aún de pruebas.
En ciudad, ahora tras más de 40 mil km, ya me parece que no es un prodigio de finura. Pero te aseguro que mi anterior K1200 GT aún era más ruda, sobre todo de cambio. Y de vibraciones, iba sobrada, no en velocidades normales, pero sí al pasar de 180