Re: ankor on tour 2005. Meknes.
Primero y para no estar con misterios bobos decir que debido a unas diferencias de criterio en cuanto a la filosofia del viaje, el compañero Heroes decidio continuar la ruta solo. :-/ :-/ :-/
Las circunstancias me han hecho variar de planes, asi que hoy no cubri la etapa prevista hasta Casablanca e improvisé una desde Beni - Mellal hasta Meknes. Me pierdo una bella ciudad pero tambén gano una excusa para volver por estos lares.
A las 10:00 después de recoger mi moto de la gasolinera frente al Hotel donde paso la noche por el modico precio de 20 dhr y cargame de un buen desayuno, me pongo en ruta.
La carretera se inicia con largas rectas a través de una llanura ocupada por frondosos olivos que se alternan con extensiones dedicadas al cultivo de cereal y ahora casi todas baldias. No hay mucho espacio para la vision del paisaje.
Alli donde la vista podria encontrar màs espacio se topa con la calima que, como diria la cancion, disfraza las distancias con su velo de calor.
A partir de Kasba Tadla el paisaje se despeja y ya los olivos no son mayoria y se ven superados por los campos de cereales dejando a la vista un paisaje con una variedad asombrosa de colores en los que se mezclan los campos de cultivo, campos arados y otros sin labor.
Rebaños de ovejas y cabras llenan los espacios aprovechando recursos donde nos pareceria imposible que pudiera haber alimento.
Se suceden poblaciones de variado tamaño. En Ouaoumana se percibe mucha actividad, concentrada como siempre en el zoco y sus alrededores. Es casi mediodia y el humo de los fogones llena de aromas de tagine los aires del pueblo.
Los cafés se abarrotan de hombres siempre tan estratégicamente situados para no perder detalle de la avenida principal.
Aprovechan las ùltimas jornadas de asueto a la luz del sol ante la inminente llegada del Ramadàn.
Cada espacio que recorres en estas carreteras de Alà guarda algùn secreto, algùn regalo para los ojos y para los sentidos. Asi, a 45 kms de Khenifra se presenta ante mi un embalse de considerables extensiones, cuyo nivel, a la espera de las lluvias, deja al descubierto decenas de pequeños islotes.
Me sigue asombrando el milagro del agua en este medio ambiente tan duro.
Ver como los hombres y mujeres bracean para subir una cuerda portando agua desde las entrañas de la tierra en un pàramo de secura, tierras y piedra; me sigue resultando asombroso a pesar de las veces que lo he podido contemplar.
De repente la tierra se hace roja y rojos también se hacen los pueblos. Perfectamente integrados en la tierra de la que extraen la materia prima para construir sus hogares.
Es fàcil encontrar viviendas aisladas, rodeadas solo de plantaciones de olivos. En ocasiones forman pequeñas ciudadelas uniendo varias viviendas como si de una pequeña fortaleza se tratara.
Numerosos carteles anuncian la existencia de almazaras y la venta de miel propia del lugar.
En busca de Khenifra la carretera se hace màs curvada superando lomas y cerros de colores amarillos, marrones y rojos. Cuando llevas muchos kms de rectas una señal advirtiendo la presencia de curvas peligrosas se toma con especial alegria. Làstima que en ocasiones la prudencia venza al entusiasmo debido a que la via no esté todo lo limpia que seria de desear.
En Khenifra con màs de 100 kms recorridos hago una parada para tomar un refresco. Me siento en una de esas terrazas dispuestas como una tribuna. La soledad y la falta de conversacion hace que me dedique a observar todo y a todos los que pasan.
Un amigo me habia comentado que era en esta ciudad donde estaban las màs bellas mujeres bereberes.....por lo visto hoy no andaba desencaminado el colega.
Gentes para todos lados, vehiculos de los màs sorprendentes ruedan por sus calles en ese ya conocido maremagnum que es cada nùcleo urbano de este pais.
Lo de los coches, camiones y carros es para dedicar un libro. Cada dia te vuelves a sorprender con lo que llegas a ver circulando. Todo un portento de imaginacion y diseño para decorar carros y camiones en un tipo de tunning que raya en lo sobrecargado.
Hoy he visto algo alucinante. Como ya he comentado un
grand taxi puede albergar 7 personas de forma natural, con todos sus bàrtulos incluidos. Pero hoy es que he visto uno con 9!!!! seres humanos dentro. Cuatro delante y cinco detràs. Para ubicar los 4 de adelante un pibito iba situado a la izquierda del conductor!!!!!!! Si, no me equivoco, iba ente el conductor y la puerta delantera izquierda. Alucinante.
En Mrirt decido que ya es hora de reponer fuerzas. Hoy si cambio de menù y dejo de lado el tagine para almorzar unas brochettes de carne de vaca, de esa que cuelga cubierta de moscas negras a la entrada del establecimiento y tan rica como siempre. Otro mundo.
Quedan aùn unos cuantos kms para Meknes asi que nuevamente sobre la moto a la espera de seguir descubriendo paisajes, lugares y gentes.
Azrou se vuelve a cruzar en mi camino ahora ya de vuelta. El claro dia deja a la vista lo mucho que la primera vez no pude ver. Una bella ciudad que como Ifrane tiene mucho de similitud con Europa pero mucho del encanto autoctono que caracteriza las ciudades marroquies.
Pasan kms sin que varie mucho el paisaje descrito anteriormente, hasta que en un determinado punto comienza a ascender poco a poco en un concierto de curvas de las que yo interpreto cada movimiento. Voy divirtiéndome casi ajeno al entorno que me rodea hasta que me veo en lo alto del paisaje, encaramado en una cordillera de pinares repoblados que intentan ganar espacio a la tierra roja que les sustenta. Un brillante cielo azul forma el horizonte.....casi se podria tocar.
A un lado la orografia deja un hueco en el que puedo ver el valle que me espera màs abajo. Paro la moto a un lado, esto merece dedicarle atencion y abstraerse de la grandeza de la naturaleza de este planeta durante algunos minutos. Ahi estoy parado, en silencio solo roto por la leve brisa que roza mi cara admirando un mosaico policromo perfectamente ensamblado como un puzzle construido con trozos de tierra.
No queda màs remedio que seguir ruta y descender esa carretera para volver al suelo dejando el cielo para los astros. Ahora ruedo por otrora lejano mosaico cruzando sus baldosas, minùsculo en medio de la inmensidad màs absoluta.
Arrivo a Meknes, ciudad centenaria fundada por el Mulay Idriss, construida rodeada de colosales murallas dobles que antaño protegieron sus edificios y pobladores y que ahora acogen en su interior el bullicio de La Medina.
Encuentro el hotel y tras refrescarme convenientemente tomo un
petit taxi que me lleve al centro de La Medina.
Un Fiat Palio amarillo cuyo lado interior de las puertas ha sido decorado con el hulé que se usa de mantel en las cocinas, con bellos motivos de peces tropicales. En el obsoleto radio casette suena la frecuencia modulada con el tema "
la cumparsita" a cargo de Julio Iglesias......vivir para ver.
El taxi me deja junto a las murallas de entrada, no quiero perderme nada y mejor seguir caminando. La plaza central es el tipico hervidero de gentes formando corros en torno a gritones vendedores, teatrillos y bailarines..........estos menos femeninos aùn que los de Djem Fna. Entro en el edificio que acoge el mercado. Puestos de frutas, aceitunas, especies, animales, perfumerias, todo se encuentra concentrado en este espacio. Dificil caminar entre los estrechos pasillos sin tropezar con todo y con todos, no pasa nada eres uno màs.
Lo intento captar todo con mi càmara pero la esencia la llevaré conmigo.
Nos vemos en ruta.
