Claro que va ligado con la edad, pero por un motivo muy simple, ya que cuando te independizas de tus padres, lo normal es salir con una mano delante y otra detrás junto a un montón de cuotas a final de mes. Pasan los años, y salvo imprevistos, un buen día es cuando te das cuenta que ya tienes la mayoría de tus necesidades (las de verdad y los juguetes) cubiertas y pagadas.
Y aquí es dónde entraría mi vieja DOHC a modo de ejemplo, ya que estamos hablando de motos: Acabo de hacerle la revisión de los 60.000 con todo: reglaje válvulas que no ha necesitado, sincro que tampoco ha hecho falta, aceites, líquido de frenos, correa del alternador, y el coste no ha llegado a los 50 € y unas pocas horas de hobbie. En definitiva, se trata de una moto que me da bastante más de lo que pido, además de estar en perfecto estado de conservación, funcionar a la perfección, y conocerla en detalle. Es decir, hay moto para muchos años si yo así quiero y no pasa nada.
Un cambio a cualquier modelo más actual tengo claro que me dará muchísimo más de algo que en realidad ni busco, ni necesito, y aún menos voy a usar. Aparte que volver al mundo conce, y sus revisiones y garantías con sablazos incluidos, no me apetece lo más mínimo. Ya lo he sufrido hace poco con el scooter pagando tres veces más que por mi GS por una simple revisión. Y porque ya no confío tanto en la fiabilidad de los vehículos actuales.
Así que por supuesto que edad y consumismo va muy ligado ya que, al menos para mí, porque tengo las cosas mucho más claras que años atrás. Si no hay cambios, mi evolución natural irá hacia una X-ADV, pero de nuevo entra en juego esa madurez a partir de los 50 que te dice: pero por qué voy a pagar más por menos?
Puede ser inmovilismo, la edad, o porque aprendo de gente mucho mayor que yo... Me da lo mismo.