Ollantaytambo (Perú) - Arequipa (Perú) 550 kms.
La de hoy fue una jornada larga y muy intensa. Al salir del hotel programamos los 2 Navigator V y resulta que uno decía llegada en 9 horas y pico, y el otro en 6 y pico. Pues está claro: por el de 6 y pico...... cagada.
Lo primero había que desandar el camino por el espectacular valle sagrado de los incas. Pero cuando llevábamos unos 15 kms, primer incidente: se me cruza un perro de tamaño medio, como tantos, pero en esta ocasión el pobre bicho entra en pánico y se queda quieto y agachado en medio de la carretera. Lo pasé por encima, y gracias a que se agachó, porque con el tamaño del perro, cuando vi que el impacto era inevitable, pensé que me iba a caer. No me caí milagrosamente, pero el pobre animal quedó tendido en la carretera. Paré a comprobar posibles daños en la moto (solo un poco de sangre) y a quitarme el susto de encima.
Luego la ruta pasó por la laguna de Urco, un lugar muy bonito:
Llegó el punto donde nuestros gps separaban sus caminos, y decidimos ir por el corto. Al principio la carretera giró hacia un puerto de montaña muy chulo por una carretera por donde no iba casi nadie. Luego nadie. Cada vez era más estrecha y de peor asfalto, hasta que se terminó el asfalto. Y comenzó un tramo de pista a 4800 metros de altitud de unos 100 kms, preciosa por cierto:
Esas nubes que se empiezan a ver en las fotos se empezaban a compactar de una forma inquietante. Justo al acabar la pista y volver al asfalto se puso negro de co..nes y paramos a ponernos los trajes de agua. Y empezó a diluviar, con un viento muy fuerte. Y se volvió a terminar el asfalto.
Lo que ocurrió con la diferencia de tiempos de los gps era que uno no tenía desactivada la opcion "ir por pistas de mierda por donde no va nadie y menos en días de lluvia y nieve". Y claro, nos llevó a un valle donde sólo se podía llegar y salir por pistas. El único asfalto era el del pueblo (Espinar se llamaba). Luego, nada.
Para empalmar con la carretera general, que era la que decía mi gps, nos quedaban otros 100 kms de pista, todavía más alta, y ésta con tráfico de camiones. Así que, como decía, se puso a diluviar y la pista se convirtió en un barrizal de 100 kms, lo cual unido a los salpicones de los camiones que pasaban a toda leche, nos dejaron a nosotros y a las motos como al del anuncio del antiguo casco BMW enduro, algunos os acordaréis.
Decía que la pista ascendía más. Eso unido a que se hacía de noche implicaba descenso térmico. Cuando por fin llegamos al asfalto empezó a nevar. Allí no echan sal, ni nada parecido. Y claro, la cosa ya no tenía nada de gracia. Y así nos tiramos unos 30 kms que se hicieron eternos hasta que por fin la carretera descendió hasta Arequipa y allí no llovía.
Arequipa es precioso:
Pero era de noche, tarde y estábamos muy cansados, y nos quedamos en el hotel.
Un saludo.
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