Es una cuestión curiosa, pero tampoco se puede denunciar al fabricante de 1 arma por que haya fallecido un ciudadano víctima de un disparo fortuito, ni denunciar a nun fabricante de bebidas alcohólicas por que alguien ha dado positivo en un control de alcoholemia, .... etc etc etc.
Siempre se le dá importancia a los efectos adversos (a los rarísimos incluso) o a las contraindicaciones (casos en los que no se indica su uso) y se equiparan a que cuantos más detalles "peor" es el medicamento, como si fuese su "ficha policial de antecedentes", pero luego hacemos poco o nulo a recomendaciones muy REALES como no mezclarlos con alcohol, respetar la pauta de dosis, NO automedicarse con lo que le han dado al vecino del quinto (usando ese lema pseudocientífico de "a mi me funciona...") o incluso no hacemos caso de las recomendaciones de no conducir máquinas o vehículos....
No asustamos mucho al "leer" los prospectos, que en sí sólo son las recopilaciones bibliográficas de eventos posibles, probables, improbables , raros y hasta rarísimos que pueden aparecer por el consumo de dicha sustancia, pero la población consume sin medida ni sensación de peligro alcohol (alguna claro está) ... fuma como se fumaba antes de conocer los riesgos del tabaquismo, o se mete drogas varias los fines de semana porque "lo hacen todos", y en esos casos de sustancias tan nocivas (para que las consume ... pero quizás todavía más para el que sufre las consecuencias del que las consume...) co junto con el producto NO VA EL PROSPECTO QUE DEFINE MOS POSIBLES EFECTOS ADVERSOS, SEVUNDARIOS, CONTRAINDICACIONES, ETC .... se tiene la falsa sensación de seguridad.
Alguie ha pensado como sería el prospecto de una bebida alcohólica... o de un paquete de tabaco si se les obligase a los fabricantes a detallar todas las incidencias que se han descrito por su uso???