Buenas.
Admito que he empezado esta contestación tres veces, dos las he borrado. ¿Por qué? Porque, sinceramente y reflejando mi opinión personal, me parece una pérdida de tiempo enfrascarse en este tipo de discusiones en las que todos queremos tener la razón y ninguno la tenemos completamente. Pero bueno, no me voy a quedar sin expresar mi opinión.
Y porque tengo una cosa muy clara, y me extraña que otros muchos no: cumpliendo al máximo posible el reglamento de tráfico, nos vamos a ahorrar todas esas multas y sanciones de las que nos quejamos. Tan sencillo como éso, y el primero que pueda demostrar los perjuicios de respetar el reglamento de circulación, tiene una cerveza pagada. Pero, eso sí, no vale decir que "a 120 km/h es que me duermo o me despisto". Tal vez habría que mirarse eso del sueño o un posible déficit de atención, que no es bueno para conducir.
¿Que los límites que se nos han impuesto son demasiado bajos? Pues en parte pienso que sí, yo no lo voy a negar. Soy conductor tranquilo pero, en ocasiones, recorro tramos lo suficientemente seguros (por asfalto, señalización, luminosidad, estado del vehículo) en los que 140 km/h no sería descabellado.
Pero... ¿quién marca esos límites? ¿nosotros mismos? ¿en todas las carreteras? ¿solo en rectas bien asfaltadas? ¿y si mañana le aparece un bache y nos los comemos a 130 km/h (adiós cardan, jajaja)? ¿de noche y de día? ¿con vehículo nuevo o viejo? ¿coche o moto? ¿y una furgoneta a 130 km/h en autovía, vieja, cargada hasta los topes y con conductor novel... es segura? ¿y si la conduce un señor de 70 años? ¿con 18 se tiene la suficiente madurez como para pilotar un vehículo que mata... o a los 70 se es demasiado mayor...? ¿llevamos todos los mismos controles de tracción, ABS, airbag...?
Yo lo siento mucho, pero mi opinión es que los españoles seríamos incapaces de auto gestionar responsablemente estos temas de velocidad, carretera, estado del vehiculo, etc, etc, etc...
La mayoría arrimaríamos el ascua a nuestra sardina a la hora de justificar nuestras acciones al volante o manillar: "yo puedo correr más porque soy más listo" (¿eso lo dices tú o tu abuela?) , o "porque mi vehículo a 140 ni se cantea" (¿No se cantea un milímetro o un centímetro, o cuánto no se cantea?) , o "porque la carretera es recta y despejada" (¿Y si te sale uno de una incorporación o un camino lateral... o está despejada porque tu no has visto nada aunque puede que haya un ciclista doscientos metros más adelante?), o... mil peregrinas razones más.
Y no quiero decir yo que seamos peores que el resto de europeos en esto de la conducción. Pero... ¿a que hemos leído muchas crónicas de moto viajeros que, a su regreso de Francia o Suiza, no hacen más que alabar el respeto y educación que allí tienen para con las motos? Por algo será.
De ahí que considere OBLIGATORIAMENTE NECESARIO que se nos marquen unas pautas/normas/indicaciones a SEGUIR Y RESPETAR. Y que, en aras de la sencillez de comprensión y aplicación, esas normas sean iguales para todos y que todos puedan cumplirlas.
Pregunta el compañero Julio Miguel si ha dicho alguna mentira.
Desgranando tu comentario (y sin que debas entenderlo como una referencia personal. Lo que pasa es que tus cuestiones son las habituales en estos temas)
- "Si en este pais no se puede tener la libertad de ir a 130 en una autovía..."
Pues no, no se puede. Ya lo sabemos: hay un límite (por cierto, no sé si me equivoco pero me parece que había algún tímido movimiento en aras de valorar la posiblidad de subir a 130 en autovías y autopistas)
- "...es para no interferir en la libertad de otros de cambiar de carril sin mirar por el espejo retrovisor, la libertad de conducir aunque no sean capaces de pasar un reconocimiento médico (no digamos ya psicológico), la libertad que te dá la preferencia por haber puesto el intermitente al cambiar de carril, etc.."
Pues no, no es para éso. No te limitan la velocidad para que otros puedan incumplir otros preceptos. Lo que has relacionado no son sino unas cuantas infracciones que, igual que los excesos de velocidad, están penadas. Y deberían perseguirse igualmente.
- "Eso, en caso de accidente no importa, porque tú ibas a 130."
Creo que tras un accidente, Atestados tiene en cuenta TODOS los puntos que han entrado a formar parte de él: trayectorias, velocidades, movimientos, señalizaciones, estado de calzada, vehículos y conductores, etc. Si tu vas a 130 y de frente te viene uno... no te preocupes que el marrón sancionador se lo va a comer él. Pero si el responsable eres tú, y además excedes tu velocidad máxima permitida o superas la tasa de alcohol... te lo comes tú enterito.
- "Se ha criminalizado el tema de la velocidad, quizás porque es de las poca cosas con las que puede recaudar Papá Estado, sin tener que disponer de agentes in situ."
En parte sí, pero hay motivos. Ciñéndonos a lo leído hace bien poco por aquí: cuando los compañeros están contando que han impactado contra perros, gatos, etc... ¿hubieran preferido hacerlo a 100 km/h o a 140 km/h? ¿Al que se le clavó la llave en la cubierta... hubiera sido mejor a 20 km/h más o menos de los que iba? Os aseguro que las consecuencias/daños/secuelas aumentan de manera exponencial con la velocidad. Creo recordar que, con un ejemplo dado, a doble de velocidad los daños se multiplican por cuatro. La velocidad mata, y cuanto mayor es más mata.
Y lo de la recaudación es relativo. En nuestra mano (derecha en este caso, jajaja) está el no dejarnos "recaudar".
- "Si tanto le preocupa nuestra vida, y el gasto hospitalario y tal y tal, ¿por qué no prohiben el tabaco de una vez?"
¡Cuántas veces me he hecho yo esta misma pregunta! ¡Tantos muertos, enfermos, bajas, gastos...! Me imagino que entrarán sobre todo intereses comerciales (empresas, subvenciones, agricultores, estancos, maquinaria expendedora... ¿dónde colocamos a toda esa gente?)...
Pero, afortunadamente, como en la mayoría de los temas, aún tenemos libertad de decisión: libertad para decidir no fumar más.
Te lo dice un exfumador empedernido: se puede y no es difícil. Pero hay que QUERER.
A partir de aquí podríamos entrar en mil discusiones sobre si los límites actuales son correctos o si habría que hacer revisiones al alta en algunos casos o a la baja en otros.
De acuerdo.
Pero si tanto interés se tiene en algo... se mueve uno y organiza el tema. O se apunta a uno de los movimientos que apoyen dichas pretensiones.
Perfecto, ahora solo hace falta esperar y tener las firmas necesarias, que se nos oiga y se nos haga caso.
Y no es imposible: con el ruido hecho en el tema de los guardarraíles se empezó a adecuar alguno de ellos (pocos aún, es cierto, que hay un montón por ahí que ¡¡dan miedo!!)
Pero, de momento, lo de superar los límites porque creemos que deben ser otros... solo nos cuesta el dinero a nosotros mismos.
Y un comentario final de Julio Miguel, acertadísimo: "¿La gente no conduce en un estado de "yomemiconmigo?"
Así es, y ese es el origen del problema del que estamos hablando (aunque se podría extrapolar a otras muchas actividades): El conductor que, por no se sabe qué influencia divina, se marca sus propios límites de velocidad, distancia de seguridad, etc. obviando las ya establecidas. Eso sí, si se le sanciona, ya se encarga bien de echar las culpas a "papá Estado", que es quien hace las normas que él ha incumplido...
Aquí tenemos una solución:
Mejor y más efectivo es que meditemos en aquellas cosas que podríamos hacer, en primera persona, para facilitar la existencia a los demás. Éso sí que haría que las cosas mejoren
Yo voy a seguir a la mía: respetar en todo momento lo máximo posible, y en cuanto tenga el primer problema por actuar así, seréis los primeros en saberlo.
¡Se me olvidaba! La estrategia del "y tú más", como abundar en las irregularidades cometidas por policías, políticos, alcaldes, etc. pues está bien a modo de información, pero poco más.
Y no me disgusta que salgan esos casos, señal de que se han descubierto, se juzgarán y se condenarán (quiero ser bienpensado).
Pero de ahí a que sirvan para argumentar en este asunto que nos ocupa, creo que va una gran distancia y hay alguien que no ha entendido muy bien el tema.
Ea, ahora sí que no voy a borrar todo este tocho, ¡uf!