Puertos y Pantanos 2014. ¡ Las chicas somos la leche ¡
¡Mira que me ha costado tiempo bajar de la moto y dejar de ver curvas y curvas después de esta edición de Puertos y Pantanos! Sí, son 7 años participando en esta maravillosa vuelta que prepara Pe con todo su cariño, y que recorre tres comunidades autónomas: Madrid, Castilla la Mancha y Castilla León.
Todos los años pongo el cuentakilómetros a 0 al salir de casa, y este año marcaba al llegar a casa 714 km. La ruta: Colmenar Viejo-Galapagar-Puertos y Pantanos-Colmenar Viejo. Las horas: Salida de casa a las 06:15, salida de Galapagar a las 07:00, último puerto de La Puebla a las 19:00, llegada a casa a las 20:30. Total 14 increíbles y geniales horas de moto, y las ganas de seguir. Pero eso será otro año.
En la VI edición comenté a varias personas que sería genial hacer un grupo femenino, y cuando me llamó
Quilla de Cádiz en mayo para decirme que quería venir a la ruta, no lo pensé más y convoqué a las “chicas” a apuntarse en un grupete. Y menudas mozalbetas tomamos la salida: sin
Quilla que finalmente no pudo venir, y sin
Mari que enfermó la noche anterior, nos reunimos en la gasolinera de Galapagar
Elena “Apo”, a quien no conocía, y
Angélica “Cenicienta”.
En la gasolinera coincidimos con otros dos grupos, el
5 de AMK... y el
11 de Elmo.... y según nos vieron el
grupo de Pe salió corriendo, no fuéramos a cogerles...
Subimos tranquilas hasta la Cruz Verde, donde volvimos a ver a nuestros compañeros.
Llegamos a Casillas entre castaños y el sol y sombra de la mañana, disfrutando como enanas.
En la bajada de Casillas nos encontramos lo mismo que el resto de grupos, supongo: grava y grava y grava. Elena en su R1 iba haciendo equilibrios de parche en parche, pero lo solventó con soltura y tomamos camino de Mijares, pasando por la preciosa carretera de Casavieja (que curvas tiene esta carretera, creo que es de mis preferidas) y oliendo a higuera, jara y retama llegamos al pueblo de Mijares, donde saludamos de nuevo al grupo de Pe que estaba desayunando.
Sin parar subimos hasta el puerto, y compartimos café y croissanes con AMK y compañía, sentadas en la hierba y mirando hacia el valle. Lujazo.
Extrañada porque no veíamos al grupo de Elmo continuamos camino, y al llegar al pueblo de Serranillos los encontramos divinamente sentados en un bar, zampando algo muy rico. Eso no es compañerismo, señores.... La próxima vez os ponemos un espía.
Llegamos a Serranillos, y en la bajada nos desviamos por un “atajo” que sortea el Puerto del Pico y con unas increíbles vistas del valle.
En el Pico nos encontramos a Javier. La verdad es que no le conocíamos de nada, pero como dice Pe estuvimos dando la hebra a todos los que veíamos, y debe ser cierto, porque superando mi insuperable timidez, aprovechamos como motivo de conversación la preciosa R80 clásica que llevaba. Gracias por compartir ese ratito con nosotras, Javier, y por enseñarnos los “secretos” de tu moto.
Y del Pico seguimos camino hacia Navalmoral, cuando me dice Elena que su moto puede que no tuviera gasolina hasta Avila, donde pensábamos repostar. No hay problema, antes de Navalmoral hay otra gasolinera, y mientras echábamos gasolina nos pasan de nuevo los componentes del grupo 5, a los que habíamos dado esquinazo con nuestros atajos.
Antes de tomar el desvío a Navalmoral vimos una moto que parecía que quería acompañarnos, falso aviso, continuó solo hasta Avila, pero al tomar el desvío al Boquerón y Arrebatacapas se acopló el último del grupo. Es un amigo,
Javier, que ya me había comentado que intentaría unirse a algún grupo en el camino, si era posible al de Tino o al de Elmo, ya que es amigo de ambos, pero que al vernos se unió a nosotras encantado y nos acompañó hasta la Rascafría, donde se despidió.
Pues ya somos 4 en el grupo, y
Javier muy animoso que posa en las fotos mostrando todos sus encantos.
En Arrebatacapas de nuevo coincidimos con el grupo 5, aquí no cuento lo que pasó porque lo grabé con el vídeo.
Sin mas incidencias, seguimos por La Lancha
La Cruz de Hierro
Y llegamos a Somosierra tras tragarnos el tráfico y el atasco de rigor de la carretera general.
En el Puerto de Navacerrada había unos cuantos locos haciendo algo parecido a lo nuestro, pero con más mérito y mucho más esfuerzo: la Trail de Peñalara, miles de km corriendo por la sierra.
Pasamos por Cotos y en Rascafría paramos a comer en la plaza.
Después de comer ligerito, para no quedarnos dormidas, subimos a Morcuera, donde se puso a tirar Javier. Vaya si nos despertamos siguiendo su rueda. La bajada fue también rapidita, y al llegar a Miraflores se despidió de nosotras para dar por finalizada su ruta.
Subimos Canencia: pinocha. Bajamos Canencia: más pinocha. Subimos Navafría: pinocha y vacas. Bajamos Navafría: mas pinocha y mas vacas. Creo que no ví nada más, ya andaba algo cansada y la carretera hasta Somosierra nos permitió relajar la atención un rato.
Al llegar a Riaza nos tomamos un respiro, y tras echar gasolina paramos a tomar un café. Unas risas entre nosotras cotilleando de un grupo de moteros que salían del bar cuando llegamos, y que no acababan de irse de la gasolinera. Vamos, que creíamos que habíamos ligado. Al salir del bar se ponen los cascos ¡y nos siguen!. Santo cielo, ¿estarán haciendo la vuelta o de verdad hemos ligado?. En cualquier caso, nos escoltaron con toda la paciencia del mundo hasta La Quesera y más allá...
La subida a la Quesera rota, la Quesera rota al principio: Elena en su R1 debía estar echando pestes de la vuelta y de nosotras, que con nuestras gesitas íbamos tan cómodas. Y después de La Quesera la Pianola.... no quisimos ni parar, no fuera que se rompieran las motos. Ya en el puerto de la Hiruela se bajó Elena de la moto, con una sonrisa de oreja a oreja, echando piropos a su R1, que si que bonita, que por donde te metes.... yo pensaba: esta tía los tiene cuadrados, aguantar esta vuelta con esa moto. No es la moto, es el motorista, está claro.
Y por fin La Puebla, donde nos tomamos unos refrescos bien fríos en lo alto del puerto, con los chicos que nos habían acompañado hasta allí, que todavía tenían que subir a Somosierra, y con otros dos chicos que no localizo, pero también habían hecho la vuelta.
Ya finalizado el reto, decidimos volver por la general a casa, para poder ponernos guapísimas y llegar a la cena como si no nos hubiéramos despeinado. Y así fue....
Gracias a Elena y Angélica por su maravillosa compañía, todavía estoy disfrutando cuando me acuerdo de lo estupendamente bien que lo pasamos. Y no paramos de rajar en toda la vuelta. Dos compañeras de lujo, Elena con su R1
pilotando fina, fina, y Angélica con su GS650 siempre ahí, dando todo en las curvas. Unas hachas las dos.
Gracias a Pe, por continuar organizando esta maravillosa locura, sin aspavientos y sin darse importancia, una vuelta al nivel de las más renombradas, si no mejor.
Quilla, Mari, os echamos de menos. El año que viene repetimos.
Bssssssssssssssssssss para tod@s
En el siguiente enlace veréisel resto de las fotos:
https://picasaweb.google.com/101409710848551414218/PPP2014GRUPOCHICAS?authuser=0&feat=directlink