Ese dilema de la compra más lógica o la que más te gusta castiga demasiado la mente.
Si te sirve de algo, te cuento mi experiencia. Además esta noche me encuentro dicharachero

: hace dos años compré una R1100R de 1997 (fabricada en el '96).
Lo que sabía: el ABS no funcionaba, y tenía un tirón en 3ª un tanto extraño (que finalmente resultó ser un problema en la caja de cambios, ya resuelto). Fue la primera que vi, pero como inicialmente iba buscando una 850 y tampoco quería el color concreto de esta unidad la descarté. Probé otras dos, que pese a no tener esos problemas no me dieron en absoluta la sensación de la primera, ni mucho menos la de su vendedor. Principalmente esos fueron los motivos de quedármela.
Lo que no sabía: como en cualquier vehículo de esta edad, hay que ir sustituyendo componentes que agotan su vida útil antes o tras su rotura. Si quieres fiabilidad y viajar lejos con ella, conviene hacerlo antes, lógicamente. Te enumero las cosas susceptibles bajo mi experiencia:
- Bombas de freno.
- Latiguillos de freno.
- Cables de bujías.
- Sensor Hall.
- Amortiguador de dirección.
- Tensor de cadena de distribución.
- Sensor de presión de aceite.
- Cuerpos de mariposas de inyección.
Como puede que no tengas certeza de su mantenimiento, le haces un repaso completo de fluidos y filtros. Dependiendo de la unidad, puedes tener que sumar neumáticos, pastillas de freno, por no hablar del embrague (que por cierto, no es mi principal preocupación aunque haya que partir la moto por la mitad)... Y claro está, que no se rompa nada. Echa números de todo lo que he puesto y que tendrás que pagar si quieres una moto en la que ir bien y tranquilo (si quieres te paso las mías, aunque quizás no te haga un favor). Ahora suma esa cifra a los 5000€ de tu presupuesto de compra.
Con la resultante, te plantas por ejemplo en una Honda CB500X nueva, o seminueva con algo de equipamiento. Te sobra para una Honda Transalp de hace algunos años. Con gran seguridad, no vas a tener que meter un euro en un cierto tiempo acorde al listado de arriba. Por no hablar del impuesto de circulación de una 1100cc respecto a una 500, 600 o 750.
Sólo hay que pensar en qué es lo que más se asemeja a tus posibilidades o circunstancias (presupuesto, conocimientos mecánicos, desconfianza...). Como dice Miquel Silvestre en alguna publicación: una moto se compra con el corazón.
A lo que quería llegar es a... ¿Me arrepiento? En absoluto, y eso que tiene alguna peculiaridad, como la inyección, con sus tirones y sus cosas a veces. Quería esa moto y me proporciona alegrías siempre que la utilizo, por no hablar de los sentimientos al plantarme en Suiza sólo con ella después de haberle metido mano a todo lo expuesto arriba. En mi caso, el dinero gastado en mantenerla y ponerla al día lo he considerado invertido en formación mecánica (que además me viene muy bien profesionalmente). Y la única duda que alguna vez se me plantea es precisamente si debería haber escogido una RT de la misma generación.
No te desanimes.