Y ahora mi último testimonio para explicar mis argumentos, no en contra del cambio automático, sino a favor del cambio manual. Para esto, voy a reproducir aquí la conversación que tuve con mi cuñado en la cena de Nochebuena. Sin que sirva de precedente y sin su permiso, que se fastidie.
Cuñado .- Oye, siempre te he querido preguntar... ¿cómo es que vas siempre en moto y usas tan poco el coche? ¿por qué te desplazas de forma más incómoda, pasas frio, calor y humedades, te arriesgas a caídas usando tu propio cuerpo de carrocería y respiras el humo de todo el tráfico? ¿Por qué no vas en coche como una persona normal? ¡No lo entiendo!!
Cuñado ficticio.- Oye, ¿cómo es que no quieres cambio automático en una moto? ¿por qué quieres seguir con el engorro de elegir bien la marcha en todo momento para que la moto no se venga abajo y no dejas que lo haga ella, con lo trabajoso que es eso y lo que ocupa en tu cabeza durante la conducción? No lo entiendo. 
Yo mismo.- Te lo intento resumir. Con la moto, lo que hacemos la mayoría es aceptar incomodidades y riesgos a cambio de ventajas para nosotros, como la agilidad y movilidad que no tiene el coche, la diversión provocada por las sensaciones de velocidad, aceleración y unión con la máquina que el coche tiene mucho más amortiguadas, el mayor contacto con el entorno del que el coche te aísla, o también la posibilidad del auto-mantenimiento, que en los coches actuales es casi imposible tener. Todo esto forma un cóctel irresistible que me compensa con creces las incomodidades y los riesgos de la moto. ¿Lo entiendes?
Yo mismo ficticio.- Te lo intento resumir. Lo que yo hago con el cambio manual, es aceptar incomodidades, más trabajo y el riesgo de equivocarme de marcha, a cambio de ventajas para mí, como el total control de la transmisión y del embrague, la sensación de que tú controlas en todo momento el régimen y el par motor y la satisfacción de hacerlo bien, una mayor ligereza y sencillez de la moto, o también la posibilidad del auto-mantenimiento, que con un cambio automático de doble embrague como el de Honda, es prácticamente imposible. ¿Lo entiendes? 
Cuñado.- Vale, vale, pero yo creo que en el fondo lo que os mola más es el "
postureo motero" (ahí, con el casco, el mono y eso) y llamar la atención, quemando gomas y haciendo sonar esos cacharros para que la peña os mire... todo lo demás creo que son explicaciones de cara a la galería... ¡que ya no tienes dieciséis años, compañeroooo...!!
Cuñado ficticio.- Vale, vale, pero yo creo que en el fondo son ganas de ir contracorriente, contra la evolución natural de las cosas para hacerte el interesante y porque seguramente no tienes dinero para comprarte un cambio automático... ¡a mí no me la das, compañerooo...!!
Yo mismo, y yo mismo ficticio.- Pues va a ser eso. Me has pillado.